Tras el baile de la vicepresidenta en El hormiguero.
Los inversores vuelven a confiar en España
El Consejo Empresarial para
la Competitividad describía esta mañana el baile como “un factor de estabilidad
indiscutible”. El Ibex 35 amanecía hoy con una subida del 47% que ha ascendido
al 78% cuando Soraya Sáenz de Santamaría ha confesado que Mariano Rajoy también
baila bien.
Estamos
viviendo una realidad expandida por personajes mediocres que se han aupado a
partidos políticos y medios de comunicación, y desde ellos nos quieren llevar al
huerto para que trabajemos y además les compremos los productos que nosotros
mismos elaboramos.
España,
en tiempos de Franco, era diferente. Ahora sigue siendo diferente. La prueba es
que Rajoy está a la cabeza en las encuestas. No es racional, o puede que sea
racional, que haya todavía un sólo votante que vote a ese señor que iba a bajar
los impuestos, a arreglar el problema del paro, a no tocar la sanidad y la
educación o que iba a hacer un gobierno como el de Jaume Matas o una política
económica como la de Rodrigo Rato, que amenace con volver.
Y
no, no es que el panorama esté muy claro, todo parece que va a continuar igual,
o lo que es peor, peor. Porque la esperanza de cambio, de descaste, de justicia
y reparto más justo, de proporcionalidad, de restitución de lo robado, está
bajo mínimos.
En
este país de decepciones infinitas, gobernantes incalificables, y situaciones
de zarzuela, que tenemos un Parlamento de teatro bufo donde la derechona actúa
a su libre albedrio mayoritario, dibujando la jugada del poder económico y todo
el entramado que lo apuntala: ya tienen preparado el oxígeno que este Gobierno
y el partido que lo sustenta necesitan.
Ciudadanos,
esa nueva derecha civilizada, mientras dure, es el antifaz oxigenante del
Partido Popular, vistoso desastroso pasado y presente. Las fuerzas vivas no
podían permitir que el poderío que mantienen desde tiempo inmemorial les vaya
de las manos. Y ante tanta torpeza, sinvergüencería, corrupción masiva, y
simulacro de lo que es actuar real y democráticamente’, han pergeñado en un momento,
la contención, el apoyo, el sostenimiento a la derecha heredera…..y ante la
debacle que se les avecina. A pesar del marketing engañoso, fraudulento al que
se dedican en cuerpo y alma….y a falta de realidades….de las que carecen….en su
actuación política y gubernativa, que es de regresión, represión, engaño y
saqueo.
Todo
lo tienen montado ya. Pero, los votantes, espero sean decisivos y desmonten el
tinglado cutre de despotismo y rapiña. La esperanza, la ilusión, no se va a
perder por mucha mafia que rodee el devenir actual.
La vergüenza es una sensación humana, de conocimiento consciente de deshonor, desgracia, o condenación.
ResponderEliminarLa RAE la define como una afrenta pública, en el sentido en que constituye una ofensa personal que queda a la vista de una comunidad que la condena unánimemente. Por ello, la acción ignominiosa está relacionada con la desvergüenza y el deshonor de un individuo a quien las consideraciones morales le son indiferentes y que es consecuentemente objeto del descrédito general.
Pero a pesar de estar todos de acuerdo con éste término, les seguimos VOTANDO
Perdona Israel, tu comentario habia quedado traspapelado. Intentaré que no se repita nuevamente
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