jueves, 8 de octubre de 2015

Tras el baile de la vicepresidenta en El hormiguero.




Los inversores vuelven a confiar en España
El Consejo Empresarial para la Competitividad describía esta mañana el baile como “un factor de estabilidad indiscutible”. El Ibex 35 amanecía hoy con una subida del 47% que ha ascendido al 78% cuando Soraya Sáenz de Santamaría ha confesado que Mariano Rajoy también baila bien.
Estamos viviendo una realidad expandida por personajes mediocres que se han aupado a partidos políticos y medios de comunicación, y desde ellos nos quieren llevar al huerto para que trabajemos y además les compremos los productos que nosotros mismos elaboramos.
España, en tiempos de Franco, era diferente. Ahora sigue siendo diferente. La prueba es que Rajoy está a la cabeza en las encuestas. No es racional, o puede que sea racional, que haya todavía un sólo votante que vote a ese señor que iba a bajar los impuestos, a arreglar el problema del paro, a no tocar la sanidad y la educación o que iba a hacer un gobierno como el de Jaume Matas o una política económica como la de Rodrigo Rato, que amenace con volver.
Y no, no es que el panorama esté muy claro, todo parece que va a continuar igual, o lo que es peor, peor. Porque la esperanza de cambio, de descaste, de justicia y reparto más justo, de proporcionalidad, de restitución de lo robado, está bajo mínimos.
En este país de decepciones infinitas, gobernantes incalificables, y situaciones de zarzuela, que tenemos un Parlamento de teatro bufo donde la derechona actúa a su libre albedrio mayoritario, dibujando la jugada del poder económico y todo el entramado que lo apuntala: ya tienen preparado el oxígeno que este Gobierno y el partido que lo sustenta necesitan.
Ciudadanos, esa nueva derecha civilizada, mientras dure, es el antifaz oxigenante del Partido Popular, vistoso desastroso pasado y presente. Las fuerzas vivas no podían permitir que el poderío que mantienen desde tiempo inmemorial les vaya de las manos. Y ante tanta torpeza, sinvergüencería, corrupción masiva, y simulacro de lo que es actuar real y democráticamente’, han pergeñado en un momento, la contención, el apoyo, el sostenimiento a la derecha heredera…..y ante la debacle que se les avecina. A pesar del marketing engañoso, fraudulento al que se dedican en cuerpo y alma….y a falta de realidades….de las que carecen….en su actuación política y gubernativa, que es de regresión, represión, engaño y saqueo.
Todo lo tienen montado ya. Pero, los votantes, espero sean decisivos y desmonten el tinglado cutre de despotismo y rapiña. La esperanza, la ilusión, no se va a perder por mucha mafia que rodee el devenir actual.

2 comentarios:

  1. La vergüenza es una sensación humana, de conocimiento consciente de deshonor, desgracia, o condenación.
    La RAE la define como una afrenta pública, en el sentido en que constituye una ofensa personal que queda a la vista de una comunidad que la condena unánimemente. Por ello, la acción ignominiosa está relacionada con la desvergüenza y el deshonor de un individuo a quien las consideraciones morales le son indiferentes y que es consecuentemente objeto del descrédito general.
    Pero a pesar de estar todos de acuerdo con éste término, les seguimos VOTANDO

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    1. Perdona Israel, tu comentario habia quedado traspapelado. Intentaré que no se repita nuevamente

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