El miedo a la libertad
Por un nuevo paradigma social mucho más justo.
Mi amiga Emma, me ha dado pie a plantear aquí, en este
momento y ahora, hacer tomar conciencia de otra realidad para todos aquellos
que han utilizado el poder para enriquecerse, para privatizar y ayudar a sus
familiares y amigos a llevarse sus millones fuera de España y no pagar aquí los
impuestos.
Que este
escrito contribuyera a generarles el miedo a que se vayan acabando las
amnistías y los paraísos fiscales, “los sobres de sobresueldo”, tarjetas de
libre disposición, comisiones múltiples, comilones a cuenta del erario público…
¡entiendo ese miedo! pero me alegro que todo acabe porque es un escándalo y un
robo que ha arruinado al país. ¿Miedo a quienes llaman “antisistema”?. No ganado están contra este sistema neoliberal, de
capitalismo excluyente donde predomina el terrorismo financiero... un sistema
que el Papa Francisco ha definido como “criminal”, “que provoca miles de
muertos”. Yo también soy anti-este-sistema y me cuesta creer que haya cristianos
que apoyen un régimen así. Si algo ha tenido que ser verdaderamente importante
en el proyecto de vida de un cristiano es la defensa de los
excluidos, marginados y explotados, y su denuncia de las causas de estas
situaciones. Por eso lo mataron, por luchar por la justicia, por lo mismo que
mataron a los abogados de Atocha, Monseñor Romero, Ellacuria, Martin Luther
King... y a tantas personas que han dado su vida por defenderla.
¿Dónde está
lo peligroso de querer parar los desahucios mientras no haya una alternativa
habitacional; que se quiera proponer una renta mínima para poder vivir con dignidad;
que se quiera subir el salario mínimo, que se prohíba cortar la luz y el gas
cuando la situación económica no permite pagarlo; que se suban los impuestos a
las rentas más ricas al nivel europeo? ¿A qué peligro de desestabilización
pueden llevar esas medidas cuando se ha malgastado nuestro dinero, se ha robado
a espuertas, se han hecho obras faraónicas que no han servido para nada más que
para traer ruina, paro, pobreza, injusticia?.
Lo
verdaderamente peligroso es que la ciudadanía pueda comparar estas conductas
con las de quienes, no sólo no hacen esto, sino que utilizan el cargo público
para enriquecerse mientras están en él y después a través de las puertas
giratorias se pasan a empresas privadas, que deberían estar al servicio de la
gente y no sólo no lo está sino que da unos suelazos a quienes el poder ha
favorecido. Basta de asustar, de mentir, de calumniar, de actitudes
antidemocráticas que sólo conducen a la violencia, al odio, al rencor, a alimentar
viejas heridas y fantasmas. ¿Es eso lo que se busca en el fondo? me daría mucho
miedo que todo siguiera igual, que la impunidad, el pillaje, el sálvese el que
pueda, la corrupción, los desahucios, el hambre, la desnutrición de nuestros
niños, la privatización de los servicios públicos, la desigualdad creciente
(tal como acaba de confirmar el INE) continuase para beneficio de unos pocos.
Lo intolerable
es querer abortar la vida que en estos tiempos está brotando. No lo olvidemos
lo que decía el profeta Isaías,
dejémoslo crecer y “·por sus frutos los conoceréis”
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