Mi saludo, para las personas honestas.



Que trabajan por construir un mundo mejor
Intentando luchar contra la corrupción, la injusticia y movidos por motivos nobles al amparo de una ética humanística. La creciente brecha entre ricos y pobres, la corrupción insolidaria y el despilfarro se convierte en un insulto contra la miseria de otros.
En esta angustia y dolor parece que la Iglesia institucional se hace ajena a esta realidad y se incluye en un escenario de pecado social mayor por darse en países que se llaman ricos y católicos y que disponen de la capacidad necesaria para poder contribuir a su cambio.
Frente a esta situación de pobreza y de cristianismo alienante y alienado, debe surgir la toma de conciencia. Por percibir esta situación de pobreza como no casual ni natural, sino como el fruto de unas estructuras económicas, sociales y políticas injustas que se están apoderando de Europa y están contribuyendo en una formación social fuertemente materialista, individualista e insolidaria. También comprender que la doctrina Evangélica no debe ser una excusa para oprimir a nadie, ni tampoco para no ver esta situación. Tal vez por eso, o solo por eso, el cristiano actual debe procurar luchar para contribuir en la construcción de un mundo más justo. 

Actualmente, no veo la manera de conseguirlo desde los clichés conservadores tradicionales de la iglesia institucional, demasiado alejada de la realidad social. Actualmente estos postulados, en España, únicamente se están planteando desde la izquierda sociológica.
Es en este contexto desde donde brota la pregunta, ¿qué es ser cristiano hoy en la España actual? La pregunta por el significado del cristianismo no es nunca abstracta, sino que hace referencia concreta a un lugar y a una época. Hay muchas personas honestas, que trabajan por construir un mundo mejor e intentan luchar contra la corrupción, la injusticia, les mueven motivos nobles, una ética humanística, aportes positivos con valores humanos y sin embargo no se consideran cristianos. Ser cristiano no consiste simplemente en cumplir unos ritos determinados. Los fariseos del tiempo de Jesús eran muy fieles en sus ritos y sin embargo Jesús los denunció cómo hipócritas (Mt 23). El rito es necesario, pero no suficiente para ser cristiano. No se puede ser cristiano al margen de la figura histórica de Jesús. No es simplemente una doctrina, una ética, un rito o una tradición. Podríamos resumir todo lo dicho sobre el seguimiento del gozo de la vida sin egoísmos, sin apropiarte de los bienes que han sido creados para que todos vivamos, trabajando para que todos tengan lo suficiente para vivir dignamente.

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