La excepción de Willy Meyer,
SE DESTAPA UN NUEVO ESCÁNDALO
Presentación del libro PODEMOS |
Que adereza aún más la crisis económica. En este caso con el
protagonismo de: Elena Valenciano, Arias
Cañete, Montoro, Rosa Díez, Mayor Oreja, Willy Meyer …Y hace evidente que
la sucesión de este tipo de acontecimientos está propiciando, a pasos agigantados,
una referencia política contra la que luchar con argumentos para la existencia
de PODEMOS. Donde toma cuerpo la intuición de casta. El uso de ese concepto es
la prueba del éxito del populismo beneficiándose
de un descontento lógico y fundamentado en buena parte de la clase política.
Según
nos dicen, el Parlamento Europeo aportó unos 100 millones de euros de dinero
público en diez años al fondo de pensiones creado por un grupo de eurodiputados
y gestionado por una sociedad de
inversión de capital variable (sicav)
de Luxemburgo. Los
portavoces del Parlamento Europeo admitieron que el porcentaje de financiación
pública no era de un euro por cada dos privados, sino justo lo contrario.” Es
decir, hemos estado pagando pagando dos
euros por cada euro que aportaban para su fondo particular, que gozaba de
unos beneficios fiscales insólitos y parejos a los de las grandes fortunas.
Esto
ocurre en unos momentos en que España, ha sido sometida a un empobrecimiento
general y a unas desigualdades sociales hirientes, clama que los representantes
europeos defiendan sin vergüenza sus canonjías, a excepción del dignísimo Willy
Meyer, quien, aunque ha reconocido que no sabía las condiciones del fondo,
admite que tenía que haberlas sabido y por eso renuncia, mientras los demás
beneficiados hacen pompas de jabón y se quedan o no devuelven los pluses
recibidos. Mucho peor que la ilegalidad es la legalidad artificial. Con razón
se comprende por qué ser europarlamentario es un chollo, además de cementerio
de elefantes.
Si a
ello unimos la facilidad con las que los familiares de los cargos importantes
del Tribunal de Cuentas se integraban en la plantilla del Tribunal; si
sumásemos las pensiones que disfrutan o disfrutarán miles de cargos y ex cargos
públicos españoles, estatales o autonómicos; precisásemos el gran engaño de la
cacareada reforma fiscal que sigue privilegiando a las rentas del capital
frente a la del trabajo y que permite que alguien que gane diez millones de
euros tribute con la misma tarifa que el que gane por ejemplo 60.000 (que los
hay y bastantes); el pitote de los aforados a gogó; y la revolera armada porque
a una mujer casada que participa en los negocios de su marido se la impute y se
tache al juez que ha osado tal decisión de ‘espiral inquisitiva contra esa
mujer’; si UGT de Andalucía y empresarios de toda España se pulían en lujosos
gastos o lucros personales el dinero facilitado por Europa para formación de
trabajadores, el catálogo de cosas sorprendentes no hace más que reflejar
nuestra cochambrosa realidad. Sin embargo, el 27,7 % de los niños españoles no
podrán comer aceptablemente este verano, sin que nos inmutemos o hagamos un
fondo de inversión para ellos ni seamos capaces de darles a estos eurodiputados
y demás una buena patada en el trasero como aviso que una sociedad harta de
tanto granuja y que se desespera al ver que el pozo de la inmundicia política no
tiene fondo.
Detrás el escándalo de los fondos de pensiones del europarlamento se esconden otros escándalos no publicitados y que la imputación de la infanta Cristina por el juez Castro, la abdicación del Rey Juan Carlos I, el ascenso de Podemos a las instituciones, la dimisión de Rubalcaba y otras dimisiones sonadas, la llegada exprés al trono de Felipe VI y de la reina Letizia para cambiar la deteriorada imagen de la monarquía, la salida a la luz pública de los casos de corrupción política y bancaria y el papel de los sindicatos en todo esto, la persecución del juez Silva por condenar a Blesa cerebro de las preferentes junto a otros, la jueza Alaya a punto de abandonar la judicatura y el resto de jueces honestos anulados por instituciones que les niegan su independencia poniéndoles líneas rojas para que la ley no las atraviese sentando en el banquillo y metiendo en la cárcel a los suyos como delincuentes comunes, las tiranteces de las comunidades que quieren independizarse, y tantas y tantas cosas con las que nos despertamos cada día convulsionando nuestra vidas, digo que no se le pasa por alto que alguna mano mece esta cuna. ¿Cómo es posible que secretos tan bien guardados salgan de repente como si unos aficionados los hubiesen maquinado? ¿Quién está detrás que tiene tanto poder e influencia para saber lo que ocurre en cada caso y exponerlo cuando durante tantos años los silenció? ¿Quién o quiénes?
ResponderEliminarEfectivamente es indignante y repulsivo, pero creo que todos y todas tenemos claro que los hechos que relata son solo la punta de un iceberg que hace que este sistema sea insostenible, esté corrompido y que hay que conseguir cambiar. Por fortuna poco a poco se van conociendo más y más situaciones que van abriendo los ojos y los oídos de los que no quieren ver y oír. Esto es lo importante, no Pablo Iglesias o cualquier otra persona o personaje.
ResponderEliminar