ERA VERDAD O ERA MENTIRA
UNA REALIDAD CONSTRUIDA SOBRE LA FICCIÓN.
¿Recordáis
aquel episodio de Los
Simpson en el que Bart se presenta a delegado de clase? Su
contrincante, un alumno aplicado, siente que va a perder y recurre a la campaña
negativa usando el eslogan “Con Bart llegará la anarquía”. Simpson contraataca
haciendo suya la frase “¡Con Bart llegará la anarquía!”. Algo parecido pasa con
Žižek. El profesor esloveno tiene un discurso adictivo donde se mezclan
política, psicoanálisis, lucha de clases, taquillazos de Hollywood y algún
chiste grueso. Como dice Žižek, la ficción no es una copia de la realidad, sino
que la realidad está construida sobre la ficción. Es la creencia la que pone
límites a la realidad no tolerando, o sí, la presencia de ciertos resultados:
hace décadas hubiese sido impensable la cirugía estética como un elemento de
decoración corporal, o, no nos asombremos
de otras creencias, una mujer no podía entrar en misa sin velo a principio de los 60. Y no es que hayamos mejorado. Simplemente hemos cambiado los hábitos por otros mejor adaptados. Ahora la hartura de la población ha propiciado el fenómeno social Podemos.
de otras creencias, una mujer no podía entrar en misa sin velo a principio de los 60. Y no es que hayamos mejorado. Simplemente hemos cambiado los hábitos por otros mejor adaptados. Ahora la hartura de la población ha propiciado el fenómeno social Podemos.
Después
de haber obtenido Podemos unos resultados con mensaje elocuente incluido, y que
algunas personas ya están elucubrando sobre si será cierto o no lo que dicen en
su programa que van a hacer. Teniendo en cuenta que una gran parte de los que
dicen eso son las que depositan su voto a fuerzas tradicionales, ¿por qué no se
preguntaron en su momento si lo que decían aquellos que ahora gobiernan,
insisto, AQUELLOS QUE AHORA GOBIERNAN, era verdad o era mentira? Eso, ¿por qué
no se lo preguntaron?
Yo
tengo en la memoria aquello de: “No tocaremos el sistema de bienestar. La
Educación es pública y de todos los españoles, la Sanidad es intocable y no
habrá reforma laboral ni se tocarán las prestaciones sociales ni el desempleo.
Tampoco subiremos el IVA. No sé si decirlo más alto, porque más claro, es
imposible. ¿Y ahora qué? No se les cae la cara de vergüenza, ni sienten ningún
tipo de remordimiento, ni reconocen haber metido la pata o haber cometido un
grave, gravísimo error. No. Siguen erre que erre, raca, raca. Y encima se
permiten el lujo de criticar a aquellos que presentan batalla, que los deja
quedar en evidencia, que les dice que se equivocaron cuando apoyaron la
mentira, el engaño, el timo, la estafa. Se enfadan porque se les está diciendo
que fueron timados por los trileros, que fueron ingenuos, pardillos, estultos.
¡¡Reconózcanlo ya, hombreeee!! Somos difíciles de corregir. El ser humano es
así. Particularmente veo difícil que España gire 180 grados y le dé un vuelco a
esto. Y en parte, quienes tienen la culpa son aquellos/as que, por mantener
tradiciones, por no salirse mucho de lo clásico, se vuelven conservadores,
rutinarios. Prefieren los malo conocido, no se atreven a cambiar. Pero si ese
conservadurismo hace que quedes escaldado, porque engañaron una y otra vez,
entonces es cuando adoptas la postura de desconfiar de todo. Y ahí está el quid.
Cuando aparece alguien en este momento de confusión, intentando clarificar el
panorama, intentando hacer que la gente abra los ojos, cuando intentan decir
que otra manera de hacer las cosas es posible, surgen las lógicas dudas. Porque
antes, otros les engañaron. Gato escaldado…. Por otro lado, viendo la reacción
de algunas personas ante la expectativa de que a todos los españoles, por el
hecho de serlo, se les dé un sueldo mínimo establecido por ley, como gesto de
reparto justo de la riqueza y sentido de estado de bienestar, no se les ocurre
otra cosa que pensar en pasarse a no pegar palo al agua. Los españoles somos
así. Simples, zafios, en ocasiones, sin sentido de lo colectivo. Vamos a lo
nuestro, sólo a lo que pasa, no más lejos de nuestra nariz, o de muestro ombligo
o de nuestra propia sombra. A los demás, que les den.
Pues
siendo así, no es difícil deducir que somos fáciles de manipular por quienes
ostenta el poder o por quienes son capaces de llegar con su mensaje a más
personas a través de más medios. De esa manera se permiten el lujo hasta de
mentir. Y no pasa nada. Al día siguiente, al poder por el favor de las urnas. Y
cuatro años más sin contar para nada con el pueblo. Así que cabe preguntarse de
nuevo: ¿Hasta que el pueblo decida?¿Hasta que los ciudadanos quieran? No
ocurrirá nunca. La prueba: desde hoy hasta las próximas elecciones, ¿cuántas
promesas harán y nadie se preguntará nada ni pondrá en duda si será verdad o no
los que están diciendo? Siempre que lo digan desde los partidos conservadores,
no se someterá a duda, pero si lo dice el coletas.....¡¡O Ada Colau!!.Así nos
va y así nos irá. Estulticia y mediocridad. Unos en el poder y otros en las
urnas, sumisos. ¿Cuándo aprenderemos y cuánto? ¿Cuándo cambiaremos y cuánto?¡Qué
cruz! ¿Por qué tenemos que soportar los demás el que nos metan en la mentira y
nos gobiernan desde ella? Eso, hasta que los ciudadanos quieran.
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