Hay un 1% por ciento de la población que vive en la abundancia
EL CAPITALISMO SALVAJE
SUPONE LA DEGRADACIÓN ABSOLUTA
DE LA MORAL.
Hay un 1% por ciento de la población
que vive en la abundancia desbordante. El resto lo hace entre una pequeña parte
que subsiste de las migajas de aquellos y una inmensa mayoría que muere en la
miseria debido a guerras, desnutrición o enfermedades que se curarían con un
simple pinchazo y comida sana.
Todavía
en España está la gente que no ha notado nada, que sigue conservando su
trabajo, que incluso tiene la suerte de que aún no le han bajado el salario, o
que incluso le va mejor que antes, entre ellos muchos políticos que se auto
imponen el sueldo y “muerden” lo que
pueden.
Hay
una España que llena los centros comerciales los domingos, que se va de
vacaciones y que manda a sus hijos a estudiar a EE.UU. Y luego está otra España que pasa hambre,
como han denunciado Cáritas y Save de Children. Niños y niñas con hambre,
personas durmiendo en la calle, familias a las que les echan de su casa, (más
de 400.000 desde el comienzo de la crisis), millones de personas en paro y sin
esperanza de encontrar trabajo nunca, jóvenes que tienen que irse fuera o que,
por el contrario, no pueden marcharse de casa de sus padres, personas mayores a
las que no les llega la pensión.
Esta
otra España, que ignoran y dan la espalda, que desprecian y que in visibilizan
con sus falsas proclamas de recuperación, está compuesta también por personas
que viven entre nosotros y que se han quedado sin su tarjeta sanitaria. Hombres
y mujeres que no pueden pagar sus medicamentos o la silla de ruedas que
necesitan, o por aquellas que por tener la desgracia de padecer un cáncer se
encuentran sin trabajo
En
mi opinión, la clave está en las siguientes preguntas ¿En qué se fundamenta el
derecho de propiedad ilimitado? Si no existiera el fraude que tenemos desde
hace años, no habría habido crisis. ¿Es irreductible el fraude? ¿Por qué han
tenido que pagar la crisis quienes no han defraudado?¿España ya está en manos
de empresas extranjeras o de fondos buitre, que expoliarán aún más a los
débiles?
Ahora
se me antoja utilizar un símil que se ajusta a alguna entrevista realizada hace
algunos días en el ayuntamiento de Valdemorillo: Cuando te vas a
compras unos zapatos lo primero que antepones es que sean de tu talla. No te
pueden quedar grandes porque te arriesgas a caerte y no te pueden quedar
pequeños porque te destrozan los pies. Podemos extrapolarlo de una forma muy
genérica al resto de las prendas de vestir, eso sí con matices.
Muchas
veces tratamos de fundamentar decisiones políticas en grandes teorías
filosóficas, algunas fuera del alcance del común de los mortales. Mientras que
es más sencillo compararles con la compra o más bien elección de unos zapatos .
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