CARTA
ABIERTA AL JUEZ ELPIDIO JOSÉ SILVA
He perdido en norte, no sé en qué país vivo,
lo desconozco.
Jamás pensé que se llegaría a la situación en la que estamos,
similar a la etapa del antiguo régimen, con el agravante de que hemos ido hacía
atrás como los cangrejos
El juez Elpidio José Silva, encarceló
dos veces al ex banquero Miguel Blesa y ha amenazado
con contar "todo lo sucedido alrededor del caso" afirmando
que "generaría una situación institucional insostenible". Los ciudadanos
debemos conocer, tenemos el derecho a saber que alianzas hubo entre, medios de
comunicación, elementos institucionales y el mundo infecto de la casta política. El juez,
no debe esperar a su momento para soltar sus pesquisas, la sociedad necesita
percatarse de la separación de poderes, del funcionamiento de las
instituciones. Es el momento para que se arroje sobre la opinión pública toda la carroña, la inmundicia de algunos políticos, para que la sociedad siga creyendo en la justicia y en la institución democrática, para posicionarse ante una sociedad más limpia, mucho menos contaminada de podredumbre.
Veremos como Don Miguel Blesa es un
gallardo epítome de caballero español, que saldrá incólume contra toda infamia
que sobre él se vierta, así ocurrió con Don Carlos Fabra. Y es que desde el comienzo
de la crisis, provocada por las erróneas, catastróficas y pusilánimes políticas
anarco socialdemócratas-leninistas, se vienen detectando numerosas jaurías de
perros que van ladrando su rencor por las esquinas, preferiblemente contra la
Gran Banca que tan gran prosperidad nos trajo a todos durante el boom
2000-2007.
La Banca es una institución intachable
que ha hecho lo posible por generar riqueza para el conjunto de la ciudadanía
mientras seguían obteniendo cuantiosos beneficios. ¿Acaso es esto delito? Uno
de los principios de la propiedad privada, el Libre Mercado y el Capitalismo es
que la maximización del beneficio es buena intrínsecamente.
La Banca nunca engañó a nadie. Si
alguien no leyó la letra pequeña de los productos financieros o de las
hipotecas que se firmaban alegremente por pelagatos, no es culpa de las
instituciones financieras, sino de la abotargada conciencia de esas personas
que prestan oídos a la retórica marxista que nos viene bombardeada de los
medios de comunicación al servicio de la Internacional Masona.
La Banca siempre ha sido aliada de la
prosperidad y el crecimiento económico. Gracias a ella, podemos tener acceso a
crédito para comprar viviendas, coches, o montar nuestros negocios que
contribuyen a impulsar bien arriba nuestras Patrias. No hay personas en el
mundo más desoladas por culpa de la crisis que los banqueros, ya que no pueden
ejercer su acrisolada labor social y contribuir a dinamizar su Patria, ya sea
EE.UU o la mismísima y sacrosanta España.
Hemos de tener respeto y comprensión
hacia los profesionales de la banca. No podemos contar con ellos en tiempos de
bonanza y rogarles que nos den crédito a espuertas para pasar a vituperarlos en
tiempos de crisis tratándoles de culpables de la misma. Tienen todo el derecho
del mundo a embolsarse los beneficios que quieran, faltaría más!
Juez Silva, cante, cante por favor. Últimamente
no sé en qué país vivo, lo desconozco, me pierdo. Jamás pensé que se llegaría a
la situación.
Para comprobar cómo funciona la justicia en este país, sólamente hay que poner ejemplos. Al Juez Alpidio, por meter a Blesa cuatro días a la cárcel, le piden 40 años de inhabilitación, es decir, la expulsión de la carrera judicial, cuando el 99,99% de los españoles estamos convencidos de la culpabilidad del tal Blesa. Sin embargo, al Juez de la Audiencia Nacional que metió al lavacoches a la cárcel, sin hacer más indagaciones aparte de preguntarle su nombre, y que ha estado más de 600 días encerrado en Italia por supuesto narcotráfico, que se ha demostrado falso, no he visto que el fiscal impute a tal juez, ni he visto que el Consejo General del Poder Judicial expediente al juez. Ahora todos miran para otro lado; dice la justicia que se trata de un "error". ¿DONDE ESTÁ EL FISCAL EN ESTE CASO? Este es un país en el que la corrupción político-finaciera-judicial campa a sus anchas, eso sí: con el beneplácito de los ciudadanos. Qué vergüenza.
ResponderEliminarMe siento confundido, empiezo a no distinguir con claridad lo malo de lo peor, soy incapaz de entender la presunción de inocencia cuando la realidad comienza a parecerse demasiado a la ficción. Cuando todos los argumentos apuntan en una misma dirección, y esta tiene excesivo que ver con el tapujo y la mentira institucionalizada.
ResponderEliminarLa ciudadanía en su conjunto, permanece impasible ante las crueles mentiras que lanzan los políticos a los cuatro vientos, incluso con todo descaro y ante los medios de comunicación
Hace algún tiempo, pero no tanto como para los ciudadanos olvidaran la impronta fundamentada del mensaje, la alcaldesa del pueblo de Valdemorillo aprovechando la parsimonia de la ciudadanía local aseguro ante una televisión privada de ámbito estatal que: no tenía conocimiento alguno de los hechos que se imputaban al cabo de la policía local de Valdemorillo.
Desde luego, para aquellos ciudadanos que vivimos desde hace algún tiempo en esta realidad y conocemos la capacidad que esta alcaldesa tiene para hablar de memoria e improvisar cualquier chascarrillo que le permita salirse por la tangente ante cualquier súbito acoso, comprendimos que sus manifestaciones periodísticas eran una forma de intentar eludir una realidad demasiado clara.
Los motivos de este comportamiento lo saben el cabo presuntamente involucrado, la alcaldesa, alguno más y ahora me imagino que la justicia vendrá a echar luz sobre algunos hechos concretos que deberían servir para propiciar una obligada dimisión.