Las cuchillas de Melilla. Un método medieval
PORQUE TUVE HAMBRE,
Y ME DISTEIS DE COMER; TUVE SED, Y ME DISTEIS DE BEBER….
Gente desesperada
por encontrar una vida mejor. Gente como nosotros, ellos son (más) pobres. Y
como son pobres, merecen que les pongamos sistemas medievales de contención que
no aplicamos ni a los animales en el campo.
Las fotos son para vomitar.
Restos de ropa ensangrentada. Hojas afiladas como cuchillos de carnicero. Un
país de emigrantes, que es lo que somos, practicando la mutilación como
política migratoria.
Nuestro país ha sido tradicionalmente de
emigrantes. Emigramos en masa a América Latina a finales del XIX y principios
del XX. Nos exiliamos por decenas de miles después de la guerra civil, de nuevo
en este continente, y aprovechamos para mandar fuera a la flor y nata académica
e intelectual del país. En los años cincuenta, otra vez, emigramos por millones
a Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda o Francia. Y ahora volvemos a hacerlo, en
una curiosa mezcla de mareas migratorias: Ingenieros y licenciados con idiomas,
como en el 39, buscando cualquier trabajo, como en el 52. Y mientras tanto
nuestros gobiernos siguen comportándose como nuevos ricos con los que vienen a
España: exigiendo trámites interminables, demorando absurdamente los papeles,
prejuzgando por el tono de piel, convirtiéndolos en objeto de discriminación y
rechazo ante la pobreza.
No reconozco a mi país ni a su gente en estas
medidas: va siendo hora de pensar en reventar, también, la burbuja de
ignorancia represiva que nos están aplicando. Pero mientras tanto, ¡qué
vergüenza¡.
Porque sobre estos asuntos no se ha
pronunciado aún la Conferencia Episcopal Española. Realmente esta gente viene a
Europa por que está pasando hambre e injusticias en su país. El primer mundo
debe de buscar soluciones mas generosas que mutilar con cuchillas a unos pobres
emigrantes que están huyendo de la hambruna.
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