Otra vez en el Ágora

PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA

Es un utensilio de planeamiento definido en la normativa

La ciudadanía admite como pauta de comportamiento de los políticos la falta de verdad como inevitable.

Por: Gustavo D. Llanos

Una herramienta básica de ordenación integral, a través del cual se clasifica el suelo, se determina el régimen aplicable a cada clase de superficie, y se definen los elementos fundamentales del sistema de equipamientos del municipio en cuestión. Es un documento municipal que recoge la normativa urbanística, la regulación en edificios y las futuras actuaciones.

Nuevo plan general de un pueblo de Madrid

Algo debe haber relacionado entre la política, los negocios y el urbanismo, porque en ciertos ayuntamientos que puede quedar algún metro cuadrado para recalificar o reclasificar, bien sea urbano, rustico o industrial. Casi siempre hay conflicto de intereses entre los políticos de todos los bandos, mientras los ciudadanos, auténticos protagonistas del invento, permanecen al margen de lo que se cocina entre los políticos las inmobiliarias y los caciques terratenientes del pueblo.

Espero y deseo, que después de todo el cieno que ha caído en los últimos años encima de los responsables de la gestión urbanística. La CAM sea capaz de saber separar la paja del trigo, y los poderes judiciales sepan estar al corriente para situarse a la altura de una realidad demasiado pestilente.

Si analizamos con cierto rigor critico los planes generales, en demasiados casos, están cargados de intereses ajenos a la concierna del pueblo. Con algunos Planes Generales se venden y compran favores entre, consistorio e inmobiliarias, siempre dispuestas a un dialogo de intereses en los que siempre alguien sale auténticamente “pringa”. Una vez conocidos los términos del ordenamiento urbanístico aparecen en escena los “caciques” que también pretenden favorecerse de la gestión urbana, estableciéndose una pugna de intereses con la población al margen.

Para llevar a cabo los planes urbanísticos se producen extraños pactos, abandonos, mociones de censura o apoyos económicos de campañas electorales para poner o quitar alcaldes o alcaldesas, en función de los intereses y negocios económicos que pueda haber. Esta es la realidad de municipios de nuestro país, que están en manos de auténticos profesionales de corrupción, que desde alcaldías y despachos de concejales de urbanismo se enriquecen junto al resto de compañeros de gobierno, todo silencio tiene un precio. Y el pueblo mientras tanto, sigue dándoles su voto ingenuamente.

Actualmente, y tras la Sentencia del Tribunal Constitucional 61/1997, de 20 de marzo, las competencias urbanísticas están atribuidas en exclusiva a las Comunidades Autónomas, por lo que habrá que estarse a lo que disponga su normativa específica, en cuanto al alcance y contenido de este instrumento de planeamiento general.

El ser humano ha llegado a descubrir que mintiendo, puede manipular a otros, pero al final quién miente debe saber que la verdad puede aparecer en cualquier momento. Algunas personas saben que al mentir están creando algo ilusorio, falso para ellas, y que esta falsedad puede ser aceptada como real para otros. Es por eso que nosotros tenemos el intelecto y la razón, para poder investigar y llegar a descubrir, por nuestro propio medio la verdad y así poder apartar a un lado, todo aquello que parezca falso o mentira. Así que os invito a llegar a conocer la verdad. Pero diréis, de qué verdad hablo. Me refiero a la verdad de todo, de todo lo que veis, leéis y oís.

Desgraciadamente la mentira: apenas se penaliza. Hay sobre ello múltiples ejemplos donde se manifestaba a borbotones. La ciudadanía admite como pauta de comportamiento de los políticos la falta de verdad como si fuese algo inevitable. Que un político diga una cosa y haga lo contrario parece, que es normal o tolerable. Y como el mentiroso sabe que esto no es castigado, sigue mintiendo y metiendo la mano en el cazo común. Eso es así en todos los lugares y colores aunque, aún siendo sea injusta la generalización el cúmulo del engaño masivo lo ostenta el gobierno central que a raudales está haciendo en todos los campos lo más contrario a lo que prometía hace muy poco. Luego se buscarán justificaciones, también falsas: “es lo único que podíamos hacer”, no teníamos libertad para tomar otras decisiones”, “si actuáramos de otro modo, cometeríamos prevaricación”, etc. En definitiva, excusas que engordan la bola de nieve de la mentira.