Los recortes
EN CRISIS, TODOS NOS DEBEMOS
“APRETAR EL CINTURÓN”. TAMBIÉN LOS POLÍTICOS MUNICIPALES
En
estos últimos años el ciudadano ha podido percatarse de una realidad que nada
tiene que ver con la que nos quieren hacer ver los gobernantes que ostentan el
poder económico. Es como si las ideologías políticas estuvieran anuladas por
los dictámenes del mercado, y los políticos fueran incapaces de saber enderezar
nuestra maltrecha economía.
Las
ventas se encuentran situadas en niveles del año 1994 y, tras el desplome del
pasado año se está acumulando una escandalosa caída que ya se aproxima al 32%. Tampoco
se encuentran unas perspectivas claras que permitan el fomento del empleo, y
tenemos una devaluación salarial significativa. Ante este desolador panorama
todavía hay políticos en los ayuntamientos de la comunidad Madrid como
Valdemorillo, que utilizando como argumento los votos obtenidos y negociados
para mantenerse con unos salarios muy por encima de las condiciones del mercado,
de su población y por supuesto de una ciudadanía castigada por la crisis. La
alcaldesa y los concejales se asignan uso salarios altos para compensar los
efectos relativos a las negociaciones de pactos ejecutados a espaldas de la
voluntad de los electores y colocar salarios para compensar negociaciones
políticas realizadas a espaldas de la realidad programática electoral.
En
España hay nueve millones de jubilados están perdiendo poder adquisitivo,
emigración de la juventud más preparada, disminución de población, aumento de
parados perdiendo prestaciones familiares y sometidos a ausencias crediticias….
Ahora
estamos pendientes de más recortes que están por llegar, por lo que el gasto de
las familias españolas que seguirán intentando acomodarse a realidades
venideras. Con el sacrificio de la población y el mutile de derechos sociales
se ha conseguido estabilizar la hasta ahora desconocida pero permanente
nombrada “prima de riesgo”. Pero esta estabilidad no es más que un espejismo ya
que la fuga de capitales continúa y están siendo los bancos los mayores
compradores de deuda pública al disminuir las inversiones del capital
extranjero en bonos de acciones españolas.
Por
tanto el deterioro de las empresas es constante, además tenemos una banca
debilitada y un país soterradamente intervenido. Por lo cual la morosidad
aumenta y la vivienda está en caída libre. Este desmoronamiento de la vivienda
presagia un adormecimiento casi definitivo de la industria de la construcción.
Es mucho más barato adquirir la vivienda construida que intentar construir una
nueva, incluso con bajada del 30%.
En medio de esta situación y dejando al margen la realidad a la que hemos
hecho referencia anteriormente, los políticos del gobierno municipal de
Valdemorillo decidieron asignarse unos salarios que se separan de la realidad
antes mencionada y crispa a los trabajadores del mismísimo ayuntamiento y a una
parte consciente de la población del pueblo que no se atreve mantiene silencio
a pesar de la importante subida del IBI.
Valdemorillo es un pueblo que está especialmente castigado ya una parte
importante de la población que trabajaba en el sector clave de la burbuja
inmobiliaria y ahora está en paro o con una faena precaria. La clase política,
demasiado denostada por la opinión pública, por el momento, no se plantea poner
límites a sus salarios. La cobrando la concejala de urbanismo un sueldo
superior al de un secretario de estado: catorce pagas de más de cuatro mil
euros.
Me
imagino que en algún momento la Federación Española de Municipios se encargará
de instituir los requisitos salariales con criterios objetivos, como: la
población, el presupuesto municipal, la situación financiera del consistorio o
la actividad que desempeñe cada alcalde y concejal.
No está claro que en democracia, los compromisos estratégicos de
beneficios que propician los políticos por un pacto de legislatura interesado,
que generó un segundo sueldo de alcaldesa y propició “café para todos” los de
la lista de alianzas, los deba pagar el pueblo. Como consecuencia de esto,
algunas concejalías se quedaron vacías de contenido, y sin embargo, sus
concejales/las siguen cobrando un salario alto e integro.
Comentarios
Publicar un comentario