Hay que empezar a denunciar

LA CORRUPCIÓN COMO PROBLEMA

Según estudios del sociólogo J.G. Martin: Si se compara la suerte electoral de los imputados por corrupción, se comprueba el estímulo de los ciudadanos en el 70,6% de los inculpados y el 60% de los condenados revalidaron la alcaldía. Llama la atención que el 100% de los regidores detenidos del PP conservaron el poder en las elecciones siguientes incluso con más apoyo electoral.

Curiosamente a los partidos políticos tampoco les sale rentable actuar contra los corruptos. Una vez purgados, pierden respaldo. El caso que se dio en la localidad de Catral, un municipio de la Comunidad Valenciana sito en el sur de Alicante, en la Vega Baja del Segura y en el que el PSOE echó a su alcalde José Manuel Rodríguez. Al año siguiente este partido cayó en un 34,7% y se quedó con un concejal, el alcalde corrupto se montó una lista electoral independiente y logro cinco concejales y sirvió para que el PP consiguiera mayoría absoluta”.

La escasa penalización pública de los españoles contrasta con su percepción de la corrupción, el Instituto Nacional de Estadística ofrece datos demoledores contra los políticos: un 51,9% cree que bastantes o casi todos ellos estaban implicados en negocios turbios. Pero hay algo que no casa, pues el 89,3% reconoció entonces que nunca había recibido insinuaciones de soborno. Un 3,1% declaraba que había sentido tal presión “a veces”.

POR UN PLAN GENERAL DEL PUEBLO

Sin embargo los españoles consideramos la corrupción política como una de preocupación. Sin embargo, España continúa estancada en alrededor del puesto número 30 del índice de de percepción de la corrupción de 2012 que ha elaborado la organización Transparencia Internacional, que sitúa a nuestro país por detrás de la mayoría de países de la antigua UE de los 15. Así pues, en el caso de España el patrono vitalicio de la Fundación, Antonio Garrigues-Walker, ha dicho que la corrupción es un "problema que se puede afrontar", pero que la "única manera" es "establecer la transparencia como una obligación absoluta de las instituciones y como un derecho absoluto de los ciudadanos". Hay que estimar que la futura aprobación de la Ley de Transparencia, con la que cree posible que en España aumenten los índices de transparencia y, por tanto, ganar en "buena gestión" y "calidad democrática", elementos con los que hacer frente a la corrupción.

La puesta en marcha de esta norma es una de las recomendaciones que ha trasladado Transparencia Internacional para bajar los niveles de percepción de la corrupción en las administraciones españolas, a las que también aconseja que se miren en los países con mayor nivel de transparencia, como Dinamarca, Finlandia, Nueva Zelanda o Suecia, que se sitúan en los primeros puestos de la lista de más de 170 países que ha elaborado la organización. En este intento los ciudadanos debemos ponernos a trabajar tomando conciencia de lo que pueden pedir y pueden ser informados". También es necesaria la existencia de un órgano que sancionase a las instituciones que no cumplieran con las normas de transparencia.

Y para terminar, no podemos cargar el descrédito de corrupto a PP o PSOE,. Existe una mejor respuesta que debe propiciar la ciudadanía responsable: DENUNCIAR. Que desgraciadamente en los españoles influye la socialización recibida desde pequeños: tras décadas de dictadura franquista, se nos inculcó que la política era sucia y opaca”.