Al párroco de Valdemorillo

BIENAVENTURADOS LOS POBRES

ENCÍCLICA DEL PAPA FRANCISCO SE TITULA, “BEATI PAUPERES “

Después de asistir a una homilía del párroco de Valdemorillo sobre el Evangelio de San Lucas; pude evidenciar el abismo que hay entre esta iglesia y la realidad sociológica del pueblo.

Entiendo el porqué la ciudadanía joven ha dando la espalda a esta arcaica Iglesia.

Cuando el Papa Francisco concedió audiencia al teólogo Gustavo Gutiérrez, el fundador de la Teología de la Liberación, el cardenal Cipriani, primado del Perú y miembro del Opus califico de ingenua acoger a Gutiérrez como si fuese un gran pensador ortodoxo. Sin embargo otros teólogos de Latinoamérica coincidieron en calificar esta entrevista como positiva para la iglesia católica, considerando que el pontífice ha querido acercarse a su amigo Gutiérrez, a quien quiere ayudar a rectificar e insertarse en la Iglesia.

Parroquia de Valdemorillo

La reunión está siendo utilizada para describir el acercamiento con una corriente teológica que fue muy crítica con la iglesia de los anteriores papas. El sociólogo alemán Max Weber en su trabajo sobre sociología de la religión y el gobierno, resalto que los evangelios tienen por costumbre de hablar bien de los pobres y mal de los ricos. Utilizando la parábola: “más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino.” (Mateo 19:24.) En realidad Jesús pronunció estas palabras para dar lección a sus discípulos, ya que un joven gobernante rico acababa de rechazar la invitación de seguir a Jesús y disfrutar de muchas oportunidades espirituales magníficas. El joven, decidió apegarse a sus muchas posesiones en vez de seguirle. Jesús no estaba diciendo que era completamente imposible que un rico obtuviera vida eterna en el Reino, pues hubo personas acaudaladas que le siguieron. (Mateo 27:57; Lucas 19:2, 9.) Sin embargo, es imposible que obtenga vida eterna un rico que ame más sus posesiones que las cosas espirituales. Solo si reconoce su necesidad espiritual y busca la ayuda divina puede recibir la salvación. (Mateo 5:3; 19:16-26.). La frase debió hacerse famosa nada más pronunciarla por el entonces revolucionario Jesús que muy pronto iba a ser detenido cerca de Jerusalén para ser torturado y crucificado.

El mensaje puso el acento en el abismo que media entre los ricos y los pobres, entre los humildes y los poderosos. No siempre ha sido así, y menos cuando el imperio romano es relevado en Roma por la supremacía católica. Pero siempre ha habido voces de teólogos y jerarquías en favor de los desheredados de la tierra.

La primera vez que se acuña “la opción por los pobres” es por boca de Juan XXIII, en 1962 durante el Concilio Vaticano II. Tenía dos preocupaciones, el diálogo con el mundo y la unidad de las iglesias, pero días antes de la inauguración introdujo una tercera línea de debate: los pobres. “Opción por los pobres”, pidió. Seis años más tarde, en mayo de 1968, el entonces prepósito general de los jesuitas, Padre Arrupe, pidió a los miembros de la Compañía de Jesús en América Latina la opción por los pobres fuese “preferencial”. Así nació lo que hoy se conoce por el nombre de Teología de la Liberación y que ha dado nombre al 33 Congreso de Teología con el lema “La Teología de la Liberación y Europa”

¿Pero, en realidad tiene vigencia esta teología tras 40 años de condenas y castigos?. L’Osservatore Romano, dedicó gran espacio al libro en italiano De parte de los pobres, escrito por Gustavo Gutiérrez junto con el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, actual prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, por esta razón, la pregunta anterior flota en el ambiente por la entrevista del nuevo papa, jesuita y argentino y Gutiérrez, ahora ingresado en un convento de dominicos en Francia y quien dio nombre al movimiento con la publicación en Lima, en 1971, del libro Teología de la Liberación.

La foto de Gustavo Gutiérrez con el arzobispo Gerhard Ludwig Müller presentando ese libro en alemán, de hace algunos años, ha alarmado a los seguidores del Opus. Müller fue alumno y es amigo del teólogo Gutiérrez desde que acudió a Latinoamérica a convivir entre los pobres. “Ese nombramiento como prefecto de la Congregación que se ocupa de la ortodoxia de la doctrina católica, sumado a la elección de un jesuita y arzobispo de Buenos Aires como obispo de Roma, fueron calificados en algunos ambientes como una revancha de la Teología de la Liberación.