Nuevamente Sra. Aguirre



NUEVA CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DEL PP DÑA. ESPERANZA AGUIRRE
En relación con la gestión que viene realizando desde hace mas de tres lustros la Alcaldesa de Valdemorillo, Dña. Pilar López Partida del PP
Pocos términos se usan con más frecuencia en el lenguaje político cotidiano que el de participación y quizá ninguno goza de mejor fama. Se alude constantemente a la colaboración de la población desde planos muy diversos y para propósitos muy diferentes, pero siempre como una buena forma de incluir nuevas opiniones y perspectivas. Se invoca la participación de los ciudadanos, de la sociedad en su conjunto, para dirimir problemas específicos, para encontrar soluciones comunes o para hacer confluir voluntades dispersas en una sola acción compartida. Es una invocación democrática tan cargada de valores que resulta prácticamente imposible imaginar un mal uso de esa palabra, pero la participación no suele ligarse, por el contrario, con propósitos transparentes.
Hay un difícil equilibrio, pues, entre las razones que animan a la gente a participar y sus posibilidades reales de hacerlo. Pero también entre el ambiente que les rodea y su voluntad de intervenir de manera activa en ciertos asuntos públicos. Si, como dice Fernando Savater, “la política no es más que el conjunto de razones que tienen los individuos para obedecer o para sublevarse".
Los ciudadanos deberíamos de ser muchos más sensibles en cuidar de nuestros legítimos intereses y de nuestros derechos. Igualmente, los políticos corregir todas aquellas irregularidades antidemocráticas que se pueden percibir desde nuestra perspectiva. Nosotros debemos influir en las decisiones de quienes nos representan y asegurar que esas decisiones obedezcan fielmente a las demandas y expectativas ciudadanas.
Tal vez por eso pongo en su ánimo, Sra. Aguirre, como representante máxima del PP de Madrid lo siguiente:
La alcaldesa de Valdemorillo utiliza el engaño descarado para obtener sus votos, no ha dudado en usar ardides antidemocráticos para acallar o aplastar cualquier oposición. Partiendo del supuesto “quien no está conmigo está contra mí” ha calado hondo en Pilar López Partida, que no ha aprendido otra profesión que la amamantarse de la política a cualquier precio y a costa de un elector bastante harto y algo silente.
La alcaldesa tiene un miedo atroz a que cualquier ciudadano, sea de la tendencia que sea, entre en la gestión pública municipal, abra las ventanas de par en par para ventilar sus aposentos y pille cualquier documentación que pueda ser interpretada con ojos distintos a los suyos.
Como muestra de ello, la militante popular Maite Hernández en una carta publicada en su blog dice textualmente:
…..“¿Será por eso, que sólo han votado 65 de LOS 292 AFILIADOS QUE SOMOS?
Y es que si cuando llego a votar, me encuentro que sólo hay una papeleta que coger, que no hay papeletas en blanco, y que la candidata, alcaldesa en el poder, está sentada en la mesa vigilando lo que hace el que se acerca a la urna, pues lógicamente me obligan a dejarlo de manifiesto por escrito, por si me da por mandarlo a Genova pasado mañana, donde me van a hacer ……
Debe ser el resentimiento ese que me entra siempre, ese que entienden muy pocos, o yo creo que unos cuantos sí, pero la época de la rebeldía y la lucha ya se ha pasado para ellos, cuando convencida de que vivo en democracia e intento ejercer los derechos que se derivan de esa forma de gobierno que habla de que las decisiones las toma el pueblo mediante la participación, me la camuflan, obligándome a hacer lo que quieren unos pocos, y eso me joroba mucho, mucho, bastante, y es cuando me entra ese resquemor, y resentimiento, que me hace cagarme en la madre que …. a Antoñete, y es cuando me da por tocar los ……, aunque no los tengan.
Dña. Esperanza, prefiero creer que el PP de Valdemorillo es un partido democrático, pero comportamientos como el narrado por la militante Maite Hernández y otros integrantes amarrados al “no nos moverán” hacen pensar que la democracia es “Orgánica”, que en pequeño grupo se pronuncian negativamente a su gestión pero siguen permitiendo por acción u omisión que continúe en el “machito”.
Actualmente no corren vientos demasiados proclives a la trasparencia del PP para que se sigan propiciando actos caciquiles como el relatado por la Maite y otros cuantos que ahora prefiero no enumerar.
¿Cómo agregarle al actual sistema una dosis mayor de democracia, para poder garantizar un ejercicio más eficiente de los derechos políticos? Con la que está cayendo, si no usamos de nuestros recursos imaginativos, los políticos torpes no llegarían a puerto jamás.
Responsabilidad, tolerancia y solidaridad son valores públicos que se entrelazan, por último, con uno más amplio que los abarca: la justicia. Pero de la justicia "solo conocemos leves y esporádicos destellos”. No sabemos cómo es la sociedad justa, porque queremos que la nuestra lo sea. Este querer implica una predisposición que puede y debe concretarse en una serie de disposiciones. De ellas, tal vez entendamos mejor su significado negativo, lo que no es, pero esa es ya una vía para conocerlas. Digámoslo ya de una vez: los miembros de una sociedad que busca y pretende la justicia deben ser solidarios, responsables y tolerantes. Son éstas las virtudes indisociables de la democracia ¿Puede estimularías la participación ciudadana? Sin duda, pues no hay otro camino que reconozca, al mismo tiempo, la civilidad y la soberanía de los pueblos.
Maite sigue lamentándose en su blog expresándose en los siguientes términos:… “Mira que no la he liado, presentando candidatura alternativa a la presidencia del PP local. Que podría haberlo hecho, y no lo he hecho. He sido buena, me he portado como una afiliada ejemplar, y no he presentado batalla”.
Debe ser el resentimiento ese que me entra siempre, ese que entienden muy pocos, o yo creo que unos cuantos sí, pero la época de la rebeldía y la lucha ya se ha pasado para ellos, cuando convencida de que vivo en democracia e intento ejercer los derechos que se derivan de esa forma de gobierno que habla de que las decisiones las toma el pueblo mediante la participación, me la camuflan, obligándome a hacer lo que quieren unos pocos,……
Nuevamente, y para terminar, parafraseando a Fernando Savater “La vida de cada ser humano es irrepetible e insustituible, con cualquiera de nosotros, por humilde que sea, nace una aventura cuya dignidad estriba en que nadie podrá volver a vivirla nunca igual. Por eso sostengo que cada cual tiene derecho a disfrutar de su vida del modo más humanamente completo posible, sin sacrificarla a dioses ni a naciones ni siquiera al conjunto entero de la humanidad doliente. Por otra parte, para ser plenamente humanos tenemos que vivir entre humanos, es decir, no solo como los humanos sino también con los humanos. O sea, en sociedad.
Para concluir, la diferencia fundamental entre la ética y la política, es que la ética es una perspectiva personal, mientras que la política es una perspectiva social, es nuestra relación con los demás, y con las instituciones. La ética puede perjudicarnos a nosotros, pero la política puede perjudicar a todos. Los antiguos griegos, a quién no se metía en política le llamaron “idiotes” palabra que significaba persona aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las pequeñeces de su casa y manipulada a fin de cuentas por todos. De ese "idiotes" griego, deriva nuestro idiota actual.

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