ECONOMÍA LOCAL
LA ECONOMÍA DE MUCHOS AYUNTAMIENTOS SE TAMBALEA Y ESTÁN A PUNTO
DE DERRUMBARSE POR LA ENDÉMICA FALTA DE SUFICIENCIA ECONÓMICA.
La coexistencia en el tiempo de la bajada de ingresos propios por el
pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la bajada de la participación en ingresos
del Estado y el cierre de la financiación a medio y largo plazo por la reciente
legislación sobre control del quebranto y endeudamiento, independientemente de
que las entidades financieras han cerrado el grifo de la financiación de las
Administraciones locales y provocan el crack generalizado
Sobre el papel, los Ayuntamientos son
la Administración pública más cercana a la ciudadanía, y en todos los casos
deberían ser esenciales para la cohesión social donde se pudieran desarrollar
una verdadera democracia participativa del pueblo. Digo en algunos casos,
porqué en Valdemorillo desde que está la alcaldesa actual Pilar López Partida
hace 16 largos años, no ha sido posible instaurar la participación ciudadana y
democrática que no fuera controlada desde los resortes del poder.
La crónica falta de financiación
reconocida desde la reinstauración de la democracia, el objetivo inicial de
distribución 50-25-25 del gasto total público entre Administración Central,
Autonómica y local, nunca se ha llegado a subsanar. En esta situación
permanente de déficit en los ingresos está la causa última de las carencias de
servicios públicos de calidad, de la perversión de la transformación de la
planificación urbanística en fuente de ingreso estructural para poder mantener
los servicios y, a la postre, su puesta
al servicio de los especuladores inmobiliarios y la corrupción de políticos responsables que vemos como un rosario
continuo en los juzgados a través de los medios de comunicación. Y es que la
gestión de las Administraciones Públicas puede enfocarse desde dos ópticas
diferentes: desde una visión neoliberal de la realidad y, por consiguiente, al
servicio del “crecimiento económico”, eufemismo de servicio a la reproducción
ampliada del capital; o bien, la visión del bienestar de la ciudadanía y la
satisfacción de sus necesidades básicas esenciales.
Ayuntamiento de Valdemorillo (Madrid) |
Es por eso que Ayuntamientos
gobernados por defensores declarados del mercado y de la competitividad, neoliberalismo e interesados en su lucro
personal, son los más endeudados, los
que más déficit tienen, los más corruptos y los que más ingeniería financiera
realizan para encubrir su endeudamiento oculto. También son los que
entorpecen la aplicación de las leyes y políticas sociales.
Una gestión de los Ayuntamientos al
servicio del bienestar de la ciudadanía tiene necesariamente que enfocarse a
los sectores que atienden a los mercados interiores y no al sector exterior,
para reforzar así una economía de cercanía que focalice sus objetivos en
satisfacer demandas reales de la población y persiga sobre todo la creación de
empleo en los distintos territorios.
Desgraciadamente y pese la opinión de
un determinado colectivo social entre los que me encuentro, nunca se saldrá de
esta crisis con austeridad, sino con gasto que sea necesario, eficiente y con
objetivos establecidos en empleo de calidad. La institucionalización de la
participación de los agentes sociales y locales permite una evaluación
participativa en establecer objetivos, implantación, y revisión permanente de
resultados obtenidos con las políticas públicas y necesidades sociales
emergentes a cubrir. Los inversores locales deben ser sacados de su situación
de agonía para defender su soberanía local.
Se ha de garantizar desde los ayuntamientos
las necesidades de financiación de las PYMES, especialmente de la economía
social, e incrementar la cobertura social de
las familias bajo el umbral de la pobreza. La financiación debe venir de la
participación de las Administraciones locales en los ingresos por el
establecimiento del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) en la zona
euro, que a un tipo impositivo del 0,1% supondría más de 400.000 millones de
euros/ año, un tercio del actual presupuesto anual de la UE. Teniendo en cuenta
que lo pagarían sólo los especuladores, que desestabilizan la economía y no
aportan nada a la sociedad perjudicando al sector productivo, y que actualmente
no pagan ni siquiera el IVA, esta medida es de justicia y un imperativo ético y
moral.
Los Presupuestos han de ser
participativos con perspectiva de género, teniendo en cuenta los porcentaje de
personas por edad, jubilados/as y viudas/os existentes, para los que un
transporte público de calidad, eficiente y barato es esencial. La política de
movilidad se basará esencialmente en el transporte público. Las inversiones se
realizarán de acuerdo a las necesidades reales de los barrios, lo que permitirá
reducir el endeudamiento porque los volúmenes de inversión bajarán al reducir,
sino eliminar, las obras faraónicas basadas en el cemento y ladrillo. Además,
el beneficio social y la productividad social se incrementarán al vincularse
con las demandas reales de la población y el aumento de su calidad de vida.
Jesús, haces una referencia clara en tu trabajo, a Valdemorillo y la autocracia de la Sra alcaldesa. Para que un pueblo sea participativo en nuestro pueblo debe contar con el beneplácito de Pilar. Así resulta imposible orquestar un planteamiento democrático. El PP, sí es un partido democrático, solamente por eso, no puedo entender como su partido permite que se siga presentando a las elecciones. Siempre hemos pensado que cuando esta mujer encontrara un acomodo mejor en el partido se marcharía del pueblo, pero ahora una vez que ya es conocida es difícil pensar que no siga amarrada sine die a los intereses de Valdemorillo y sus chanchullos institucionales.
ResponderEliminarPilar, sigue siendo Alcaldesa por votación mayoritaria. Es indudable que la democracia representativa tiene imperfecciones. Pero, aunque nos pese, su puesto se debe a una votación que en principio debe de ser libre y democrática.
EliminarPienso como usted que sus posibilidades en el PP y fuera del pueblo cotizan a la baja, pero eso, en democracia pepera, nunca se sabe.