Una experiencia a considerar
El pueblo de Torrelodones
situado al pie de la autovía A-6, en el norte de Madrid es de carácter
eminentemente residencial, con 22.354 habitantes.
En sus
terrenos alberga el hasta hace poco único gran casino. En el
equipo de gobierno de este ayuntamiento no hay políticos profesionales,
ni quieren serlo y pese a las dificultades que entraña la gestión del dinero
público la totalidad han ocupado puestos en empresas privadas desarrollando
labores de gestión
Entre
los concejales hay abogados, profesores. Su alcaldesa es abogada
y trabajadora, pertenecen todos, por la necesidad para poder concurrir a unas
elecciones, a un partido fundado por vecinos del pueblo.
Todos
los sueldos de la corporación
municipal están colgados en la página web del ayuntamiento. Solo la alcaldesa, el portavoz y responsable de
Régimen Interior, Seguridad y Educación y una empresaria reconvertida a gestora
de Fomento, Comercio, Sanidad y Turismo, cobran de
manera exclusiva del Ayuntamiento. El resto reduce su nómina y compatibiliza sus tareas con sus
empleos habiuales para ahorrar dinero al Ayuntamiento.
Por
ahorrar empezó el nuevo gobierno municipal para llegar a ingresar 5,4 millones
de euros más de lo gastado en 2011. Los primeros en sufrir la tijera fueron los
cargos políticos de confianza nombrados
por el anterior alcalde. Ahorraron 300.000 euros anuales prescindiendo de ellos.
Detrás fueron la grúa municipal, que, por sus dimensiones, ni siquiera podía maniobrar
por muchas calles, la furgoneta de atestados de la Policía Municipal, que
apenas se usaba, y el coche oficial del alcalde.
La
historia de Vecinos por Torrelodones comenzó hace siete años como una plataforma ciudadana que se oponía a la construcción
de la urbanización con campo de golf que pretendía
impulsar el entonces alcalde del PP Carlos Galbeño. Su trabajo fue un completo
éxito: consiguieron paralizar el desarrollo y, ya en 2011, la Comisión Europea
ratificó la imposibilidad de levantar viviendas en los encinares protegidos de
la Cuenca del río Manzanares.
Aprovechando
el trabajo y el reconocimiento alcanzado entre los torresanos, decidieron
constituirse como partido político apenas tres meses
antes de las elecciones municipales que se celebraron el 27 de
mayo de 2007. Cuando se dieron cuenta de que había muchas cosas que funcionaban
mal.
La
formación obtuvo cuatro concejales
frente a los nueve del PP, los tres del PSOE y el único edil logrado por la
también formación independiente Actúa. Cuatro años más tarde, con el aval de
haber ejercido durante cuatro años como primer partido de la oposición, los
novatos dieron la sorpresa. El 26 de abril de 2011 la cabeza de lista Elena Biurrun se convertía en alcaldesa con nueve concejales.
Creo que deberiamos aprender algunas cosas de esta experiencia de Torrelodones
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