sábado, 19 de enero de 2013

Catolicos, protestantes,... versus corrupción




 
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El acrónimo despectivo PIGS con el que ciertos medios anglosajones se refieren a los países del sur de la UE: Portugal, Italia, Grecia y España (Spain en inglés), para subrayar sus problemas específicos: corrupción, déficit incontrolado, desempleo galopante, endeudamiento, burbuja inmobiliaria, derrumbe de sus emisiones de deuda y, sobre todo, mentira y falseamiento de las cuentas. 
El mundo protestante es más exitoso económicamente que el católico gracias al influjo de la religión protestante en cada uno de sus individuos.
hay un abismo infranqueable entre la Iglesia católica y la concepción capitalista de la vida”. VER ttp://elcirculodelagora.blogspot.com.es/2013/01/la-derecha-democratica-no-castiga-con.html
Tras la crisis de 2008, se sumó Irlanda, y ahora el acrónimo PIIGS se escribe con dos íes Otra característica que comparten todos estos países es que todos son católicos romanos, salvo Grecia, que es ortodoxa, una religión prima hermana del catolicismo. 
El sociólogo Max Weber en su libro La ética protestante del capitalismo, establecía la inferioridad del cristianismo romano respecto al protestantismo para construir economías capitalistas solventes.

Max Weber afirmaba: El mundo protestante es más exitoso económicamente que el católico gracias al influjo de la religión protestante en cada uno de sus individuos: amor al trabajo, honradez, ahorro y apego permitido a lo material ....... El católico es conformista y prefiere la seguridad, mientras que el protestante se atreve con el riesgo. La Iglesia católica castiga al hereje, pero es indulgente con el pecador. El protestante pone el énfasis no en la confesión, sino en la conducta. Cualquier fabricante sabe que es la falta de conciencia de los trabajadores de países como Italia uno de los obstáculos de su evolución capitalista y de todo progreso”.
Weber se refiere aquí a un tema de rabiosa actualidad en la UE: la menor laboriosidad y productividad de los países del sur, y el escandaloso absentismo laboral. Según Weber, el protestante no considera el trabajo un castigo. Los católicos, en cambio, creen que el trabajo es el máximo castigo de Dios por el pecado original, el que supuso la expulsión del Paraíso, donde no era necesario trabajar. El católico se confiesa y redime sus corrupciones morales y económicas, pero el protestante debe enfrentarse a su propia conciencia, que es más exigente. Es así como los calvinistas incorporan la pureza y la ética moral al trabajo y a la economía. Y una de las principales causas que produce la diferencia entre la Europa del norte y la del sur”,
Abreviando las teoría del libro de Weber, el grueso de países católicos y ultra-católicos tendemos a corrompernos porque no tenemos unos valores sociales más allá del “peca que luego Dios te perdona” Los católicos pueden recurrir a la confesión, de forma que no viven atemorizados por la mirada divina: cualquier pecado,  incluido el asesinato es perdonable, lo que se traduce en una moral más laxa. En cambio, si el protestante peca, debe restituir su falta. Por lo tanto para los protestantes el mensaje es otro: esfuérzate para ganarte a Dios y si pecas no tienes posibilidad de arreglarlo, por mucho arrepentimiento o contrición que sientas luego. Los protestantes tienen una ética del trabajo muy grande, porque se supone que Dios recompensará al más trabajador y castigará al holgazán. Y al corrupto, por supuesto, que no se ha conseguido lo que tiene mediante el trabajo duro. La ética católica está menos centrada en el trabajo y más en la moral sexual. Precisamente el gran problema de los países católicos es que fuera del catolicismo hay un gran vacío existencial: el concepto del honor tiene más que ver con la castidad de la mujer que con el valor de la palabra dada.
 


2 comentarios:

  1. Las tasas de paro más altas, por encima del 30%, se concentran en las regiones más católicas, si sirve para medir la religiosidad el porcentaje de contribuyentes que coloca la equis en su declaración de la renta pidiendo que Hacienda desvíe el 0,7% de su cuota fiscal para pagar los salarios de obispos y sacerdotes.
    Andalucía y Castilla-La Mancha duplican el porcentaje de País Vasco y Cataluña .
    Este mal llamado “impuesto religioso” lo pagamos en realidad todos pese a que los obispos sostengan que son sus fieles los que pagan ese impuesto. Pero el católico español no añadimos un euro a lo que debe pagar. Es hacienda quien deduce ese 0.7% de su cuota.

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