Los ciudadanos nos quejarnos con sordina
QUEREMOS DESAGRAVIARNOS A TRAVÉS DE LOS TRIBUNALES DE LO QUE NO PODEMOS HACER EN EL ÁMBITO POLÍTICO. Durante el año que ahora termina, la ciudadanía en general ha dado muestras de hastío para con la clase política en su conjunto. Bien es cierto que existen políticos honestos, pero echamos en falta la ausencia de soflamas sonadas ante los dirigentes “enmendados” pertenecientes a sus propios partidos Pero en realidad no es un deseo personal de satisfacción, sino una trasposición del desencanto político. Tal vez queremos desagraviarnos a través de los tribunales de lo que no podemos hacer en el ámbito político. Creemos que una buena parte del mundo político es corrupto, y si pudiéramos escarmentaríamos a todos sus integrantes. Esto es grave, pero más grave resulta la incapacidad política para enmendarlo, bien con leyes pertinentes, bien con drásticas medidas de prevención y castigo de la corrupción. Todo es laso, todo es justificable, y ello provoca la ira contenida de los