jueves, 30 de mayo de 2019

Por vivir en una sociedad fuertemente machista.

Una joven madre de 32 años, con dos hijos, se quitó la vida.
Después de que una grabación íntima  llegara hasta su marido. ¿Qué hubiera ocurrido si el protagonista de este asunto en lugar de una ser mujer hubiera sido varón?... ¿Cómo habría sido tomado por el resto de los trabajadores y trabajadoras de esta empresa? ...¿Cómo hubiera sido aceptado por su pareja?
Verónica, de 32 años y madre de dos hijos, se quitó la vida después de que una grabación íntima llegara hasta su marido, tras varios días circulando entre sus compañeros de trabajo en San Fernando de Henares. El vídeo sexual fue grabado hace cinco años, entre compañeros de trabajo, llegó incluso hasta el marido de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad al enterarse. Apenas un día después la joven madre se quitó la vida.
Soy un hombre  convencido en la igualdad de derechos y deberes entre mujeres y varones,  como una realidad social del momento histórico que vivimos. Este caso me ha llevado a reflexionar y preguntarme ¿qué hubiera ocurrido si el protagonista en lugar de una mujer hubiera sido un varón? ¿Cómo habría sido tomado por el resto de los trabajadores y trabajadoras de esta empresa? ¿Cómo hubiera sido aceptado por su pareja? Estoy seguro que un amplio porcentaje de hombres hubiera afirmado: Menudo macho que bien se lo monta y la transcendencia de este acontecimiento hubiera quedado en una simple anécdota machista, más o menos desagradable. ¿Qué burradas tuvo que escuchar esta joven madre para quitarse la vida?  
Malditos, aquellos que difundieron las imágenes. Por esta razón me parece perfecto que la fiscalía intervenga y que alguno reciba un escarmiento social por inducir al suicidio a una persona. ¡Lo que ha debido pasar esta mujer no es deseable a nadie!, para dejar a sus hijos pequeños. Pienso mucho en sus hijos y en sus padres y esa empresa que ya debería haber emitido un comunicado diciendo que tiene una plantilla de impresentables y que esto va a tener consecuencias legales y de debate dentro de la opinión pública mundial.
Desde luego, tratar de manera diferente a las personas por el solo hecho de pertenecer a un determinado sexo por la existencia de estereotipos (prejuicios generalistas infundados sobre como son los hombres y las mujeres) y roles (funciones/papeles que se supone tienen que cumplir los hombres y las mujeres) de género vigentes en las sociedades y que ponen límites a que las mujeres y los hombres puedan desarrollarse igual y en libertad.

jueves, 23 de mayo de 2019

“Con otra mentalidad”


ES IMPOSIBLE VIVIR, EN ESTOS MOMENTOS, SIN UTOPÍA
Necesito comenzar este trabajo con una frase emblemática de Leonardo Boff, que admiro, la expresión viene a decir: una sociedad no vive sin utopías, sin un sueño de dignidad, de respeto a la vida y de convivencia pacífica entre las personas y pueblos. Si no tenemos utopías, nos inmovilizamos y perdemos el sentido del bien vivir en común.
Si lo que pienso y expreso seguidamente corresponde con una mentalidad de izquierdas, no duden en considéreme más rojo que nadie.
Ahora que se van a cambiar los gobiernos, se deberia aprovechar para poner en marcha una profunda transformación en el concepto del poder, que el poder sea un instrumento para servir a la sociedad en su conjunto, no para servirse unos pocos a costa de muchos. Que el poder corrompe y el absoluto corrompe absolutamente…, que cuando no estemos aquí, nuestro dinero no nos servirá para nada.
La sociedad española, en su conjunto, deberia establecer como paradigma un nuevo modelo de vida que instituya cauces de participación ciudadana en el control democrático de los bienes comunes, propiciando una verdadera renovación ética, moral de usos y costumbres y el inconformismo como seña y norma de vida. De esta manera se instauraría como una necesidad la Crítica Constructiva permanente, la renovación constante para no permitir cabida a los parásitos sociales, que apetecen de lo común para instituir su negocio.  Al mismo tiempo la sociedad potenciaría el interés cultural, la transparencia y el conocimiento como la única forma de obtener niveles de mayor libertad.
También se hace necesaria una Mejor justicia para el pueblo, que permita la igualdad de oportunidades y una permanente puesta a disposición de la voluntad popular en cuanto a dimisiones de cargos cuestionados. Estos son planteamientos generales que precisan múltiples matices para ser aceptados por una inmensa parte de la sociedad recelosa con los cambios de cualquier tipo. Estoy convencido que hay que liberarse de todos aquellos hombres y mujeres que asfixian y aprisionan toda esperanza de vivir en una auténtica democracia. Pero las decisiones tomadas deben partir de la voluntad del pueblo consensuando todo en base a mayorías.
Que la corrupción empiece a desaparecer y que deje de ser el eje sobre el que se fundamentan las fortunas. Es necesario establecer otra mentalidad, ya no sólo en la clase política, sino también en la empresarial y en la social. Se trata de hacer mejores personas, ya no porque así se prepare el terreno, sino para que la gente tenga ilusión y ganas por ser mejores.
También hay que poner freno a la vorágine capitalista. Con unos controles y unas normas que prodiguen que el reparto de la riqueza sea justo y equitativo y que las oportunidades estén en igualdad de condiciones. Y que las prestaciones sociales como derechos inalienables, que no les corresponde a las grandes corporaciones empresariales su gestión, sino que es patrimonio de todos, absolutamente todos. Hay que desterrar definitivamente los enchufismos y paternalismos, terminar con los privilegios de quienes pretenden perpetuarse en el poder en base a abusos. Hay que acabar con los feudos, con las baronías locales y el caciquismo. Exigir que las grandes fortunas declaren sus bienes y devuelvan lo evadido ilegalmente. Suprimir los accesos a paraísos fiscales y recuperar la soberanía nacional frente a otros países para posicionarnos donde nos corresponde por justicia social, que en buena lógica no es en el lugar que ahora mismo está debido a la pérdida de independencia protagonizada por estos que ahora gobiernan al haber claudicado a mercados e intereses foráneos.
Inspeccionar la deuda y eliminar la parte ilegítima que a los españoles no nos corresponde pagar. Haciendo partícipe de esa parte ilegal a quienes la protagonizaron o promovieron ya que, en muchas ocasiones, se hizo por el beneficio de unos pocos o por intereses espurios de unos cuantos. Nacionalizar aquellas empresas de sectores estratégicos como la energía, la telefonía… que malversan y además no prestan el servicio al ciudadano tal como se habían comprometido cuando se privatizaron y se dejaron en manos privadas. Exigir responsabilidades por la gestión pésima llevada a cabo en los últimos años.
El derecho a percibir una renta básica con controles y filtros para evitar la picaresca tan voluminosa que existe en este país y recuperación de las prestaciones sociales por desempleo, así como la persecución del fraude a las instituciones públicas.
En definitiva, construir Democracia, llevar a los españoles a creer que un sistema de convivencia participativa y colaboradora en mejor que una sociedad en exceso competitiva. Y podría seguir así indefinidamente, lo que quiere decir que en este país hay muchas cosas por arreglar, lo que significa que los que hasta ahora nos han gobernado, no han hecho otra cosa que no sea prostituir la convivencia, enfangar el ambiente y destruir todo atisbo de posibilidad de vivir en paz y armonía.
Desterrar la mentira como modo de gobierno para evidenciar a todas aquellas personas de la política que basaron sus éxitos en promesas falsas y en ganarse las voluntades de todos a base de patrañas y embustes.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...