viernes, 19 de agosto de 2016

Un paseo por el Maestrazgo turolense. Capitulo 2


La Iglesuela del Cid
Construccion típica en piedra seca sin arena
La técnica constructiva de la piedra seca de La Iglesuela del Cid, como en algunos otros otros lugares de Europa, se utiliza bajo una muy variada tipología de construcciones. Su arquitectura es considerada un legado cultural de gran interés por sus características constructivas. Por tal razón, este bonito pueblo es declarado BIEN DE INTERÉS CULTURAL.
Una vez construidos los cimientos, se comenzar a levantar la pared con piedras grandes para luego intercalar otras más pequeñas en los intersticios, que funcionen a modo de cuñas. En ciertos casos, también se puede emplear tierra o piedra triturada para que den consistencia a las uniones. Dado que no siempre será fácil hallar piedras que coincidan en formas y medidas, lo mejor es tener las piedras lo más cerca posible, para probar los tamaños que hagan falta hasta dar con el más apropiado. Lo idóneo es emplear piedras enteras, aunque si es difícil hallarlas, se pueden cortar; esto debe ejecutarse con cuidado, para no romper la piedra, con un martillo no demasiado pesado y un cincel. La piedra seca se consigue mediante la superposición de piedras sin unión de argamasa. Con esta técnica se levantaron casas que en un principio sirvieron como refugio de campesinos y pastores y se usaron como establos y almacenes agrícolas. En el Maestrazgo se pueden encontrar numerosos ejemplos de estas construcciones, denominadas casas ibéricas. En concreto en la población de La Iglesuela del Cid y en el camino al Puerto de las Cabrillas y próximo al límite con Castellón se conserva un conjunto de edificaciones en piedra seca. 

La Iglesuela del Cid esta´ limitando por Cantavieja Mosqueruela en la provincia de Teruel, y con Villafranca del Cid y Portell de Morella en la provincia de Castellón. Está situada a 1227. Msnm, la población se encuentra atravesada por dos riachuelos casi secos pero que permiten el cultivo de huerta. La villa medieval tiene forma de triángulo que estuvo amurallado, con sus cinco portales de acceso. Hay un yacimiento ibero en el cerro de Nuestra Señora del Cid.
Entrada del hotel con suelo aguijarrado y escalera barroca
La Iglesuela del Cid fue ocupada por los romanos. De la primera etapa se conservan restos de la muralla y gran número de viviendas, De esta época cabe destacar el conjunto de lápidas funerarias empotradas en las paredes de la ermita de Nuestra Señora del Cid, con relieves y motivos de carácter sacro conjuntamente con elementos arquitectónicos de gran envergadura que denotan la importancia que este núcleo debió de tener en la antigüedad. También en el cerro de Nuestra Señora del Cid hay un importante yacimiento que corresponde a un poblado de origen ibero, ocupado de manera intensa también durante la época romana. También se conservan restos de la muralla y gran número de viviendas, así como numerosos objetos arqueológicos y dos estelas funerarias; una de ellas, en interior de la ermita.
Típica calle empedrada
Me hospede en un hotel de cuatro estrellas que ocupa un edificio histórico de grandes dimensiones, construido con  mampostería encalada, con tres alturas. En la planta baja se encuentra la portada, adintelada, con guirnaldas en las jambas, entablamento y cartela tallada con la fecha de 1773. En el piso principal se abren cuatro balcones con carpintería labrada. La trasera tiene cuatro plantas. En la segunda de ellas hay dos balcones sobre ménsulas de piedra y, en la tercera, otros dos sobre grandes jabalcones de hierro; en el piso superior conserva una ventana de piedra En el interior destaca un gran zaguán con una escalera imperial, que tiene barandillas de celosías y pasamanos de madera y está cubierta con bóveda de arista con clave decorada y ventanas en los lunetos. La entrada a la escalera se enmarca con doble arco rebajado, con escudo central de dos leones rampantes y águila. El suelo del zaguán es un enguijarrado, con figuras. En una de las estancias de la casa existe un friso pintado con escenas de la vida en La Iglesuela: faenas agrícolas de siega y recolección de frutos; tala de árboles y campesinos labrando con ayuda de bueyes; procesión a la ermita de Nuestra Señora del Cid
En honor a la verdad,  hay que decir que este enclave edificatorio maravilloso que fue del Gobierno Aragonés,  en la actualidad esta regentado por particulares que han minimizado la mano de obra y el hotel está incomprensiblemente mal atendido: no puedes comer, cenar o desayunar sin aviso previo,  te puedes encontrar que no consigues acceder  al recinto  si no hay nadie en recepción, si esto ocurre durante el mes de agosto que puede ocurrir cualquier otra época del año.

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