lunes, 22 de febrero de 2016

El Varoufakis que viene.


Ya no se cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas
Para cualquier observador que se dedique a analizar todas las circunstancias acontecidas desde la llamada transición democrática hasta ahora, deberia llegar a la conclusión de que: en España existe una represión política controlada por el poder económico con mayúsculas, disfrazada de democracia, que para sí la quisieran algunas dictaduras establecidas en el mundo.
No existen de parte del Parlamento ni de las fuerzas económicas ninguna consideración por la plebe que no sea una buena tunda de bastonazos diarios. Es como si Nerón y Calígula les hubieran hecho el programa de gobierno a los partidos políticos durante los últimos veintitantos años. Es posible, incluso que tengamos aquello que nos merecemos, que nuestra singular manera de ser ha generado para poder aceptar como normal lo que en la parte del mundo civilizado es corrupción, simplemente corrupción cuando: copiamos en los exámenes, eludimos pagar el IVA, usamos de nuestra influencia para que un trabajo se lo lleve nuestro hijo y no el muchacho que se encuentra más preparado. Podríamos seguir enumerando circunstancias que han sido bien vistas por el común de los españolitos.
No nos debemos olvidar que el PP es también "populista", y alimenta a su público entregado con "consignas" simples: "como dios manda", "orden y estabilidad", "las cosas bien hechas"... y vende el "género"....Según el PP, Podemos son "bolivarianos" (¿se puede imaginar una consigna más zafia para agitar el espantajo?).Y lo cierto es que una izquierda-izquierda con solvencia y peso institucional es necesaria en este país. Por eso da un poco de pena que la cosa se esté malogrando por culpa de líderes mesiánicos que se endiosan y pierden completamente las perspectivas.
Y en cuanto al cepo electoral en que la nación está cogida es difícil que se suelte. Los grandes partidos están acostumbrados a ganar con sus mayorías apisonando a la nación con sus generalidades políticas. Sólo pactan con los de su misma condición. Y ahora el resultado electoral del 20D les viene grande y les tiene apabullados. Unos y otros se creen los amos de la nación con derecho de pernada sobre ella no les cabe en sus cortas entendederas otros logaritmos que los suyos.
El espectáculo no puede ser más bochornoso de cara a los españoles. Si sobre España pesan como un plomo los partidos políticos sobre sus señorías pesa una arrogancia y soberbia del tamaño de Júpiter. Millones de familias penden de un hilo de que llegue pronto un gobierno social. Millones de españoles quieren un gobierno de verdad uno que los represente y no uno que los apalee y mire para Bruselas.
Y….para terminar “Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está  poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos” De ahí los esfuerzos de Varoufakis en crear un movimiento de izquierda paneuropeo que visibilice, unifique y haga operativa una fuerza de izquierda que pueda hacer frente a la depredación que el capital, que ya hace tiempo se globalizo, nos está infringiendo y que nos va ganando la batalla por goleada.

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