OTRO NUEVO PARADIGMA
IMAGINACIÓN SOCIAL AL PODER
Frente a la crisis el asociacionismo
Debemos de descubrir nuevos mecanismos de defensa colectivos frente a los
retos del mercado liberal. Un mercado que está descubriendo su insostenibilidad y su fracaso en la sociedad del “primer mundo”
Tenemos el vicio de acostumbrarnos a todo. No nos indignan la pobreza, la
exclusión y el paro. Nos acostumbramos, adormecemos los sentidos, para que la
realidad no nos hiera. Lo peor se hace rutina y conformismo. Tenemos el hábito
de acostumbrarnos a todo; aun lo más hiriente sin oponer inteligente resistencia
con argumentos de ética y derecho natural.
Debemos superar la enfermedad del individualismo, es decir, la manía de
sólo pensar en mi yo. Líbranos del miedo a lo desconocido.
Sufrimos una crisis que se extiende por todo el mundo. Crisis crónica en
los países más empobrecidos y crisis financiera en España. Sufrimos la enorme
crisis económica actual y, sin embargo, nunca ha habido tanta riqueza en la
tierra.
No hemos sido capaces de erradicar el hambre, millones de personas son
analfabetas, millones de niños no tienen acceso a la educación. En este
gran banquete del mundo hay ricos cada vez más ricos y poderosos, y pobres
malviviendo de sus migajas.
Preferimos no ver las realidades de pobreza e injusticia que atormentan a
tantos millones de seres humanos de nuestro mundo desarrollado, porque el tipo
de sociedad que nos asignaron desde las posiciones de poder está fracasando
estrepitosamente. Los ricos son cada vez más ricos y la sociedad se está
empobreciendo porque la crisis no ha tocado fondo.
Tenemos que empezar a acostumbrando que la España del llamado “estado del
bienestar” no volveremos posiblemente a conocerla. Tal vez esta experiencia nos
vendrá bien para retomar algunos de los valores éticos que fuimos dejando en el
camino como la falsa opulencia que nos condujo al empobrecimiento y a la
injusticia, que ha dejado miles de personas empobrecidas que antes vivían muy
bien.
Tal vez por esa razón deberíamos vivir una nueva experiencia que nos
encamine que frente a ese espejismo de bienestar hay que anteponer una nueva visión
de austeridad inteligente. Que frente al desarrollo inhumano deberíamos
anteponer la defensa de la persona. Frente a la cultura individualista, la
solidaridad entre todos y finalmente frente a la insensibilidad social la
misericordia.
Hay que retomar nuevamente el sentido humano de que la ética debe
anteponerse a las leyes. Para que ninguna ley lesione los principios éticos de
la sociedad en su conjunto.
Hay que reinventar el asociacionismo como un mecanismo de defensa contra el
poder constituido que nos permita afrontar las situaciones que nos va a tocar
vivir desde posiciones de fuerza social frente a los intereses económicos de
mercado
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