EL CONSUMISMO

Eco Silencioso de Valores Perdidos El tiempo, nos arrastra hacia la reflexión. Cada año revela los tesoros más preciados de la vida, que no se encuentran en los centros comerciales, sino en el cálido abrazo de un ser querido, en la vitalidad que nos permite explorar el mundo, en las experiencias de colores el alma, en la serenidad de disfrutar de lo simple y de nuestros valores. Y, por encima de todo, el amor, ese sentimiento que merece ser proclamado a los cuatro vientos. Si nos topamos con una realidad inquietante: la sociedad de consumo, como un gigante insaciable, moldea nuestras vidas, dictando lo que debemos desear y cómo debemos vivir. Nos seduce con promesas de felicidad instantánea, nos envuelve en una espiral de necesidades y nos aleja de lo que realmente importa. Imaginen una ciudad, donde las calles están flanqueadas por rascacielos de cristal y neón, donde la publicidad parpadea constantemente, susurrando al oído los últimos productos, las últimas tendencias, l...