Muy importante para todos los vecinos que llevan poco en Valdemorillo

 Recuperar la democracia de Valdemorillo

Soy un viejo profesor de Construcciones Arquitectónicas (UPM) y sociólogo (UCM), he tenido el privilegio de conocer este pueblo durante más de medio siglo. He sido testigo de su transformación, su desarrollo y su capacidad para aprender del tiempo.

A lo largo de más de medio siglo he conocido a muchos alcaldes y alcaldesas. He sido testigo directo del devenir de este pueblo: sus luces y sus sombras. No hablo desde la nostalgia ni desde el interés personal, sino desde la experiencia. No vengo a idealizar el pasado, sino a invitar a reflexionar con honestidad sobre el presente, y a exigir un futuro digno para quienes vendrán. Por eso hablo sin rodeos. Sin provecho alguno. Porque hay una verdad incómoda que muchos conocemos, pero que pocos se atreven a decir en voz alta: en Valdemorillo, como en tantos otros lugares, elección tras elección se repite una práctica que socava la democracia desde dentro.

Me refiero a esa costumbre profundamente arraigada de elegir a quienes nos representan no por su preparación, ni por sus propuestas, ni por su compromiso con el bien común, sino por ser "conocidos", por "tener familia en el pueblo", por formar parte de una red que asegura votos… aunque no ideas.

Cuando votamos así, cuando el apellido pesa más que la capacidad, estamos hipotecando nuestro futuro. Estamos convirtiendo la política en un medio de vida personal, no en un servicio público. Y eso no es democracia: eso es clientelismo, es nepotismo. Es una versión vacía, cómoda y peligrosa de lo que debería ser una verdadera representación.

Lo más grave es que esta práctica no solo distorsiona nuestras decisiones colectivas, también degrada la cultura ciudadana. Nos vuelve pasivos, resignados, acostumbrados a no preguntar, a no exigir, a no esperar nada. Y esa indiferencia, esa costumbre de no esperar nada es, precisamente, lo que está pasando. Y es lo que más nos empobrece. Pero no estamos aquí solo para denunciar. Estamos aquí para proponer. Porque esto se puede cambiar. Y el cambio no viene de arriba. Empieza desde abajo. Empieza por nosotros.

Necesitamos ciudadanos críticos, informados, conscientes de que el voto es poder. Un poder que no se debe regalar por simpatía o por tradición, sino ejercer con responsabilidad. Necesitamos decir basta a las listas cerradas, a las candidaturas heredadas, a los silencios cómodos. Queremos saber cómo se elige a quienes nos representan. Queremos criterios, méritos, ética. No más privilegios por parentesco ni favores políticos encubiertos.

Exigimos foros, asambleas, espacios de deliberación real. Porque la democracia no se limita a votar cada cuatro años: se construye cada día. Con vigilancia, con participación, con compromiso.

Queremos representantes que entiendan que estar en un Pleno no es tener poder, sino asumir una responsabilidad. Que rindan cuentas. Que trabajen con transparencia y antepongan siempre el interés colectivo al beneficio personal.

Valdemorillo merece más. Merece representantes preparados, honestos y valientes. Y merece, sobre todo, una ciudadanía que no se conforme, que no vote por inercia, que no calle ante la injusticia. Porque si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará por nosotros.

La democracia solo existe cuando la asumimos como tarea común. Solo así, con responsabilidad compartida, podremos cambiar las cosas de verdad.

Comentarios

  1. Estoy completamente de acuerdo, profesor: en Valdemorillo el poder ha sido siempre cosa de familias, como si estuviéramos en una especie de monarquía municipal hereditaria donde los Bravo, los Gamella, los Entero, los Partida y compañía se van turnando los cargos como si fueran asientos reservados en una cena de Navidad. Es curioso, porque en teoría vivimos en democracia, pero uno no puede evitar notar que la representación en el gobierno local siempre parece caer, casualmente, en los mismos apellidos de toda la vida. Mientras tanto, las urbanizaciones, donde vive la mayor parte de la población, no aportan ni un alcaldable con apellido desconocido, no vaya a ser que alguien sin pedigrí histórico meta la nariz donde no debe. No conozco a nadie que haya pasado a un pleno del ayuntamiento, y no será por falta de ganas o de capacidad, sino porque el tablero ya está montado desde hace décadas y las fichas siempre las mueven los mismos. A lo mejor estamos equivocados y es que gobernar Valdemorillo requiere una genética especial, una especie de ADN institucional que se transmite de generación en generación. O simplemente se trata de eso tan castizo y efectivo: que todo cambie para que todo siga exactamente igual. ASÍ NOS FUE SIEMPRE

    ResponderEliminar
  2. Para que este ballet político funcionara con la elegancia que merecía, era indispensable contar con ciertos funcionarios indispensables, de esos que, aunque llevaban gafas, veían menos que una piedra. Su tarea era tan noble como necesaria: hacer la vista gorda. Una vista gorda profesional, entrenada, casi artística. Porque no cualquiera puede ver cómo se esfuma un presupuesto sin pestañear o cómo aparecen obras inauguradas que existen sólo en las fotos del boletín municipal. Y todo esto no por maldad, claro está, sino por amor al progreso... propio. A cambio, estos fieles guardianes de la discreción recibían pequeñas recompensas: un terrenito, un viajecito, un contratito menor que casualmente acababa en manos de su sobrino.

    ResponderEliminar
  3. En Valdemorillo, no creo que se trate ni de familias, ni de democracia. Más bien, diría yo, que se trata de promotores espabilados, que se largaron sin terminar las infraestructuras, funcionarios que no hicieron su trabajo, alcaldes que aprobaron estatutos de EUCCs que no cumplian la norma y, como no, de vecinos ignorantes y, hora , pasotas.
    Entre los funcionarios, incluyo, a los responsables de la DG de Urbanismo y Disciplina Urbanística. Lamentablemente, siguen permitiendo una situación injusta.
    Dicho esto. Nadie debe olvidar que es, este Alcalde, el primero que ha puesto la situación patas arriba y, creo, que, eso, es de agradecer.
    Pasadlo bien. Andrés

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "¡Ay, ¡cómo me gustaría ser tan positivo como tú, Andrés! Qué fácil es ser optimista cuando uno está rodeado de promesas cumplidas, ¿verdad? Es más, qué alegría me da ver cómo Valdemorillo ha resuelto todos sus problemas en solo seis años. ¡Quién necesita más tiempo para abordar temas tan complejos como las urbanizaciones! Es tan sencillo como dar un par de vueltas y ESPERAR QUE EL ASUNTO SE SOLUCIONE SOLO. Oye, SI UNA PROMESA ELECTORAL ESTRELLA NO HA LLEGADO A CUMPLIRSE EN TODO ESTE TIEMPO, SERÁ QUE NO ERA TAN IMPORTANTE, ¿no? Total, ¿quién necesita soluciones cuando se puede seguir dando vueltas y más vueltas, como si estuvieran bailando un vals con los problemas?
      Y si no tienen ni idea de cómo solucionar las urbanizaciones, pues nada, que se queden así, ¿para qué? Total, los vecinos y vecinas de Valdemorillo no necesitan que sus calles estén bien gestionadas ni que se les resuelvan los problemas de infraestructura. Para qué tanto estrés. SE VE QUE PARA ESTE GOBIERNO LOCAL LA SOLUCIÓN ES... ESPERAR, CLARO. ¡LA PACIENCIA ES LA CLAVE DEL ÉXITO!"

      Eliminar
  4. Bien, Jesús. Valga tu guasa o tu retranca. Cada uno libra las batallas según su juicio y a su manera. Tú abriste los ojos a muchos con la reunión del 13 de enero del 2022. Estos que nos gobiernan en Valdemorillo han cambiado algunas cosas. Para algunos de nosotros, van lentos y cuesta admitirlo. De hecho, algunos hemos dejado de pagar las cuotas y difícilmente las van a poder cobrar los buenos y voluntariosos vecinos de las Juntas Gestoras, han metido en los presupuestos gastos impropios. Ahora la Tesorera no los admite y no aplicará la Vía ejecutiva.
    Debían disolver las EUCCs ya. Sabiendo que se crearon fuera de norma, a mí, me es difícil entender, mucho menos admitir, que se sigan manteniendo.
    Lamento tu respuesta. Quizás no la entienda.
    Pasadlo bien. Andrés

    ResponderEliminar
  5. Todo esto forma parte de un mal nacional que nace de la chapuza, parece que todo el mundo está preparado para todo, y después no es así para ser concejal de un pueblo como el de Valdemorillo es necesario tener un mínimo de preparación de gestión ya que hay que tomar algunas decisiones que no son sencillas para una persona que no está debidamente preparada

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Los jóvenes, ahora mayores.

REFLEXIONES DE UN MAYOR A SUS NIETOS