No se puede seguir tolerando insultos y descalificaciones entre partidos políticos.
Los partidos políticos se han convertido en instituciones para defender intereses particulares Un ciudadano con inquietudes, que no busque un cargo público, no tiene nada que hacer en el PP, PSOE…. En las reuniones casi todos los militantes que asisten tienen un cargo público o han conseguido su trabajo gracias al partido. El espectáculo que ofrecen los políticos parlamentarios, de uno y otro bando, es deplorable cuando la democracia se basa en diálogo, debate y búsqueda de consensos. Es fundamental que los representantes políticos abandonen la confrontación permanente y se centren en trabajar juntos por el bien común. Deben ser capaces de escucharse, comprender las diferentes perspectivas y encontrar puntos en común para poder avanzar. Los ciudadanos tenemos derecho a una clase política que esté a la altura de las circunstancias. No se puede seguir tolerando un comportamiento irrespetuoso, con insultos y descalificaciones constantes, que no solo crea un ambiente hostil y p