domingo, 29 de septiembre de 2019

SÓLO, UNA REFLEXIÓN

PARA LOS BACHILLERES DEL INFANTA....Y LOS DEMÁS.

Este sábado 28 de septiembre, como en otros años, ha sido el encuentro del Colegio Infanta María Teresa, con una concurrencia de más de doscientos compañeros alumnos con edades que superaban los setenta años.
Este encuentro anual constituye todo un testimonio de experiencia vivencial que supera al simple compañerismo de infancia-juventud.
Como cuestión previa, debo aclarar que: cualquier acción pasada no tiene retorno. Solo pretendo una reflexión que me pueda permitir escribir algo fundamentado, con datos de partida, sobre la experiencia de un externo del Infanta. Una usanza sociológicamente interesante para aquellos internos que estudiaron bachiller y todos aquellos que no lo pudieron hacer por haber sido mandados a laboral o talleres.
Esta reflexión se me ocurre debido a que en la tarde del viernes 27, nuestro compañero Benito López Andrada, presento su libro sobre los niños de altas capacidades y en debate surgió la pregunta que me he hecho alguna vez: A las altas capacidades puede unirse la brillantez escolar, sacar buenas notas y, por lo tanto, los profesores lo destaquen públicamente, lo que genera el rechazo del empollón. La consecuencia más habitual es que los niños con altas capacidades sufran fracaso con más frecuencia que la media. En muchos casos, estas reacciones no consiguen que el resto de niños les vean con otros ojos, por lo que la situación puede derivar en acoso escolar. Hacer crecer un grado de autoestima, es complicado, en un ambiente en el que el niño se siente incomprendido en general. Por ello el apoyo emocional, el cariño y la estabilidad que le ofrezcan los profesores, es fundamental.
En mi etapa del Infanta, viví con angustia, cuando compañero era trasladado a laboral o talleres por no sacar unas notas que estuvieran en sintonía con la clase. Para un niño con posibilidades para poder estudiar cualquier cosa, esta experiencia podía constituir una frustración importante que se extendería a lo largo de su vida. De esta manera los niños que quedaban en Bachillerato, masivamente sacaban buenas notas en revalida.
Una vez que se terminaba la reválida de sexto, extrañamente algún alumno interno podría estudiar “Preu” y una carrera distinta a “Prepa”, magisterio…, bueno, alguno también podría ir al Banco Ibérico.
Si existía problema económico de la Asociación, se deberia haber propiciado la matricula gratuita. Ojo, mi intención con respecto a la Dirección del Infanta no puede ser critica…. porque no serviría de nada.
No quiero extenderme más si alguno quiere participar en esta reflexión intentare escribir algo sobre este asunto.
Los últimos 17 años, de los 44 de mi vida técnica, fui Funcionario, Profesor Titular de Construcciones Arquitectónicas en la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente soy un jubilado, también Sociólogo y me encanta encontrar respuestas a mis reflexiones.

jueves, 19 de septiembre de 2019

SOSTENIBILIDAD POR LOS RESIDUOS.

Cada español genera unos 440 kilos de residuos en el hogar.
A veces me pregunto qué pasaría si, en lugar de tener un servicio de recogida de basuras, nos viéramos obligados a deshacernos de ella por otros medios como se sigue haciendo en tantos sitios de mundo, ¿qué si tuviéramos que quemar la basura nosotros mismos, cerca de nuestras casas? 
Cada vez en mi entorno veo más cantidad de recipientes para desechos que su proximidad está invadida de suciedad que se mantiene en el tiempo. Tal vez no hemos dado con soluciones definitivas que nos permita vivir en un hábitat natural mucho más limpio a los ojos del ciudadano, utilizando procedimientos disuasorios, educación u otras maneras técnicas que nos posibiliten mantener los desechos alejados de la vía pública. De todas las maneras hay tomar conciencia de una realidad ligada a ese modo de consumo que ya hemos normalizado completamente en nuestras vidas.
Cuando llegamos a conocer la magnitud del problema de nuestros residuos enseguida nos planteamos que algo tenemos que hacer, pero rápidamente se nos olvida y entonces quizás, sólo quizás, no nos dejaríamos embaucar por trucos de magia y eslóganes falsos, y nos plantearíamos más seriamente optar por alternativas que, entre muchas otras virtudes, no contribuirían tanto al cambio climático que tanto nos preocupa ahora.
Por esa razón hoy voy a establecer unos hitos referenciales, que personalmente estoy llevando a la práctica a partir de unas conferencias que realizaron en mi universidad personal de Ecologistas en Acción.
Cuando vallamos a la compra a la hora de escoger entre productos semejantes, elige aquel que tenga menos envase y embalaje. Evita el consumo de los productos excesivamente empaquetados. Ten en cuenta que esos envases también los pagas, en ocasiones el precio del envoltorio supera al del producto. Por regla general los envoltorios de cartón o papel y los envases de vidrio son los menos dañinos. No lo olvides al tener que optar entre productos.
No olvides llevar tu carro de la compra o la bolsa que tengas para muchos usos. En última instancia, reutiliza las bolsas que ya te han dado. Rechaza las bolsas que no necesitas, aunque insistan en regalártelas. También debes insistir al dependiente que no te envuelvan nada, salvo que sea imprescindible y los productos en tamaño familiar, sean de lo que sea, generan menos residuo por unidad de producto.
Es necesario, especialmente en relación con el papel y el cartón, que pongamos en práctica la regla de las tres erres: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Evitemos el consumo innecesario de papel y cartón, reutilicemos para otros usos los papeles y cartones que tengamos y, sólo cuando ya no nos sirva para absolutamente nada, será cuando debamos llevarlos a un contenedor para reciclar. Los medicamentos caducados o que ya no vayas a necesitar, entrégalos en la farmacia.
Rechaza los alimentos presentados en polietileno expandido (corcho blanco). Compra alimentos frescos, además de evitar envoltorios y envases, tu salud, tu paladar y tu bolsillo lo agradecerán. En ocasiones los envases (plásticos, botes, tetrabriks…) indican que son “reciclables”, eso tan sólo significa que podrían ser reciclados, no que lo vayan a ser. No utilices sin ton ni son el papel de aluminio y “plástico de envolver”. Cuando puedas reutilízalos.
Para que nos hagamos una idea de la basura que consumimos al año por término medio multiplicaríamos nuestro peso por seis y tendremos como resultado el montón de basura que generamos. Son datos del Ministerio de Medio Ambiente, que desglosa la basura generada en España en un año: Basura proveniente de los hogares: 21.224.000.000 kilos; Basura proveniente de las actividades económicas: 97.338.000.000 kilos; Basura total generada en España: 118.562.000.000 kilos
Cada español genera unos 440 kilos de residuos en el hogar, y la suma de todos los hogares del país arroja unos 21 millones de toneladas de desperdicios al año. Estas magnitudes, si bien enormes, palidecen al ponerlas en la balanza planetaria: en el mundo se contabilizan al día más de 3,5 millones de toneladas de desechos,
Si este fenómeno continúa creciendo al ritmo actual, en 2025 se producirán unos seis millones de toneladas de residuos al día, en base al estudio citado. Y en 2100, aunque muchas cosas pueden cambiar hasta entonces, se estima que la generación llegue hasta los once millones de toneladas diarias. Una asfixiante avalancha de desechos de todos los tamaños y formas que conllevan un problema cada vez más perentorio: la necesidad de espacio.
El concepto de sostenibilidad, tan utilizado en los años 90, ha terminado calando afortunadamente en las sociedades avanzadas, de manera que la conciencia medioambiental es creciente y, en especial, en los estratos jóvenes, donde la preocupación por la vida en nuestro planeta resulta cada vez más intensa.


  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...