martes, 27 de noviembre de 2018

Crítica y vigilancia al poder.

DIVORCIO ENTRE POLÍTICOS Y CIUDADANOS.
Nos sentimos avergonzados de la clase política, oprimidos por el desempleo, el avance de la pobreza, la desigualdad. El enchufismo, la arbitrariedad, el despilfarro público, el avance de la corrupción, el rechazo ciudadano a la clase política… y toda una lista de males capaces de arruinar la convivencia.
Tenemos un problema de líderes políticos. Algunos que son amantes de quedarse con parte del dinero público, demasiados ineptos o irresponsables y algunos están tocados e igualmente combinan estos defectos. Pero por si poco también tenemos un problema de seguidores y las democracias están siendo sacudidas por los votos de ciudadanos indolentes, desinformados o de una ingenuidad solo superada por su irresponsabilidad.
No cabe la menor duda de que hay que esforzarse en buscar mejores líderes y mejorar la calidad de los seguidores. Es indiscutible, que ciudadanos mal informados o políticamente apáticos los ha habido siempre y que no saben por quién están votando: lo cierto es que los votos de los indolentes, los desinformados y los confundidos nos amenazan a todos.
Muchos españoles nos sentimos avergonzados de la clase política, España es hoy un país mal gobernado y dominado por el desempleo, el avance de la pobreza, la desigualdad, el desprestigio, la desconfianza en el liderazgo, el divorcio entre políticos y ciudadanos, la degeneración de la democracia y otros muchos males que han un crecimiento de la inseguridad, enchufismo, arbitrariedad, despilfarro público, avance de la corrupción, rechazo ciudadano a la clase política y toda una lista de males y dramas capaces de arruinar la convivencia y de hundir a la nación
Las encuestas señalan, cada vez con más contundencia, a la clase política como el tercer gran problema de España y consideramos a los políticos como culpables de todos los males, lo que representa un rechazo insoportable que crea una situación insostenible en la política española. algunos medios cuestionan ya abiertamente la falta de preparación y de exigencias a los políticos para que ocupen cargos públicos de relevancia. La lucha por la regeneración exige plantar cara a los políticos y no permitir nunca más sus abusos, chanchullos y mentiras sociedad en su conjunto, pide limpieza y acierto a sus dirigentes políticos.
Si España estuviera poblada por ciudadanos responsables en lugar de borregos sometidos, la presencia de un político corrupto en cualquier espacio público debería provocar el abandono inmediato del local por parte de los ciudadanos presentes, un gesto de protesta democrática destinado a hacer ver al corrupto que su comportamiento merece el desprecio de la comunidad ciudadana.
El tradicional trato de respeto y consideración hacia los cargos públicos empieza a carecer de sentido y, a partir de ahora, debe ser selectivo y dispensarse solo a los que lo merezcan, pero nunca a los que intentan destruir nuestros intereses ciudadanos, a los que viven en la corrupción, a los que conviven con corruptos sin denunciarlos, a los que militan en partidos minados por la corrupción y con las cárceles llenas de dirigentes, a los que despilfarran, a los que disfrutan de privilegios inmerecidos y a los que causan dolor y sufrimiento a los ciudadanos, tras haber traicionado el concepto de servicio en la política y la obligada defensa del bien común.
La crítica y la vigilancia ciudadana al poder son actitudes propias de la democracia, mientras que el sometimiento a los que mandan es el más típico rasgo de las dictaduras. Oponerse a los desmanes honra a los que lo hacen y los convierten en vanguardia de la sociedad. En España, donde estamos padeciendo con dureza los errores, abusos y corrupciones de la clase dirigente, algún día se reconocerá a los que hoy se oponen al poder político con la crítica, el descrédito y otros recursos pacíficos, el mérito que hoy se les niega.
Permitir que una clase política tan inepta, arbitraria, injusta y arrogante como el actual desmonte servicios y derechos básicos, además de aplastar al ciudadano con los impuestos más altos y abusivos, sin que antes hayan cerrado una sola televisión pública o hayan suprimido las odiadas subvenciones a los partidos políticos y sindicatos es de una cobardía suprema y significaría bendecir la opresión y el derecho de la clase política a sojuzgar a sus ciudadanos.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Ante el pesimismo antropológico de los españoles

España, mejor país europeo en esperanza de vida.
El prestigioso periódico The Economist considera a nuestro País, el mejor del mundo para nacer, el más agradable para vivir y el más seguro para viajar sin peligro por todo su territorio, Que nuestro nivel democrático está muy por encima de países como Bélgica, Francia e Italia
Desde que España comenzó a interesar como objeto de atención más allá de nuestras fronteras. La “mirada del otro” ha sido muy variada. Así, encontramos un hispanismo leído, interesado por nuestro país a través de las lecturas de la literatura española y un hispanismo vivido que ha asimilado España a través de los viajes, las estancias y el contacto directo. No faltó tampoco el hispanismo imaginado, producto del puro imaginario o de los relatos de los exiliados españoles expatriados fuera del país.
Actualmente y pese al pesimismo antropológico de los españoles, que siempre hemos considerado que lo foráneo era mejor y España estaba a la cola de la Europa de primera velocidad. El prestigioso periódico The Economist, publicación semanal en lengua inglesa, con sede en Londres, que aborda la actualidad de las relaciones internacionales y de la economía desde un marco global. es similar al de una revista.  Este periódico ingles de proyección mundial, considera a nuestro País, España, el mejor del mundo para nacer, el más agradable para vivir y el más seguro para viajar sin peligro por todo su territorio, según Deloitte y Social Progress Imperative (SPI), que examina a 128 países, en base a 50 categorías.
Según The Economist, nuestro nivel democrático está muy por encima de países como Bélgica, Francia e Italia; es líder mundial en donación y trasplantes de órganos, en fecundación asistida, en sistemas de detección precoz del cáncer, en protección sanitaria universal gratuita. El mejor país europeo en esperanza de vida y líder mundial, detrás de Japón. También es de lo mejor del mundo en energía eólica, en producción editorial, en conservación marítima, en tratamiento de aguas, en energías limpias, en playas con bandera azul, en construcción de grandes infraestructuras ferroviarias de alta velocidad, líder mundial en la detección precoz del cáncer. Y encima tenemos la segunda mejor cocina del mundo.
Frente a la agresividad que rezuman los telediarios, España es el país de menor violencia de género en Europa, muy por detrás de las socialmente envidiadas Finlandia, Francia, Dinamarca o Suecia; el tercero con menos asesinatos por 100.000 habitantes, y junto con Italia el de menor tasa de suicidios. Dejando aparte la historia, el clima y el paisaje, las fiestas, el folklore y el arte cuya riqueza es evidente, España posee una de las lenguas más poderosas, más habladas y estudiadas del planeta y es el tercer país, según la Unesco, por patrimonio universal detrás de Italia y China.
España posee un clima y un paisaje diverso y envidiable, con zonas rurales únicas con folclore, fiestas y tradiciones muy variadas, y una historia muy antigua y rica. Además, es reconocida como uno de los pueblos más sociables. The Economist considera igualmente que España tiene uno de los sistemas de protección sanitaria gratuita más completos del mundo
El español es el segundo idioma más hablado del mundo, cuenta con más de 477 millones de personas, y el número asciende a 572 millones si se suman los hispanohablantes que utilizan el español como segunda lengua o extranjera. Seguirá creciendo para situarse, en 2050, en los 754 millones de personas, con distinto grado de dominio de la lengua. Además, se calcula que para 2060 Estados Unidos se convertirá en el segundo país hispanohablante del mundo, después de México, que contará con 119 millones de personas.

  U n socialista, no debería estar de acuerdo con el pacto entre socialistas en Cataluña. Cada persona mira a través de un cristal de di...