DEBATE: EL CIERRE DE LA GRAN VÍA AL TRÁFICO
Ruiz-Gallardón ya
la cerró en 2003.
NOTA: El cierre programado al tráfico rodado del centro de la Villa
de Madrid deberia ser objeto de un debate necesario y ser planteado en la
sociedad madrileña. Voy a procurar trazar la cuestión dentro del Campus Universitario
de la Politécnica de Madrid.
El
conjunto de la idea era prácticamente idéntico al de Manuela Carmena: dos
carriles centrales para el paso de transporte público y vehículos autorizados.
El resto del espacio, para los peatones. Disminuir la presencia de los coches
es una estrategia cada vez más generalizada en las urbes europeas. Los altos
índices de contaminación y una convicción por hacer que las ciudades sean cada
vez más para las personas, llevan a los ayuntamientos a restringir, por razones saludables, la
circulación de vehículos motorizados y dar prioridad al peatón. Por tal razón, este corte
de tráfico, al parecer, será permanente a
partir del verano de 2017.
La
medida, pone de relieve la importancia de esta avenida emblemática del centro
de la Villa de Madrid y ganar espacio para los peatones, especialmente en época de encumbrada
actividad comercial y la de mayor ocupación en esta calle y sus aledañas. A
calle Gran Vía, desde la Plaza de España hasta su confluencia con la calle
Alcalá; Atocha, desde la Glorieta de Carlos V hasta la Plaza de las Provincias,
y la calle Mayor en ambos sentidos desde Bailen hasta la Puerta del Sol.
Los
coches ocupan mucho espacio. En La
Gran Vía más del 80% de la sección es calzada.
Un reparto muy injusto con los peatones que, especialmente en las fechas
navideñas constituyen el uso mayoritario de esta calle. La ampliación
de aceras permitirá repartir el espacio de forma más eficiente.
Con la sección actual, por
dos carriles pueden pasar hasta 1.200 vehículos/hora, en
condiciones ideales y sin atascos. Con el grado de ocupación actual equivale a
1.500 viajeros. Si este espacio de lo dedicamos al peatón, por él circularían
hasta 13.000 peatones/hora. Este flujo peatonal podría alcanzar
los 25.000 peatones/hora en caso de más acumulación antes de llegar al colapso.
Y sólo contando con los dos carriles recuperados, sin contar la acera actual.
En
estas condiciones: los peatones podrán ocupar una parte de la calzada de la
Gran Vía, que será redistribuida entre Plaza de España y la confluencia con
Alcalá de modo que las aceras se ensancharían con parte de la vía dedicada a
los vehículos y en el centro de la calzada habrá delimitados dos carriles
centrales, uno en cada dirección, de 3,2 metros de ancho cada uno, destinados a
los autobuses de la EMT y a los demás vehículos autorizados, que deberán
circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Igualmente, en el
espacio comprendido entre San Bernardo y la Plaza de España se habilitaría un
carril en sentido San Bernardo y dos carriles en sentido Plaza de España por
los que podrán circular los autobuses de la EMT y los vehículos autorizados. Del
mismo modo en la calle Segovia, entre la Ronda de Segovia y Puerta Cerrada, se podrían
efectuar restricciones o cortes puntuales en función de la congestión del
tráfico. Con esta iniciativa se, pone a prueba el nuevo concepto de Gran Vía con
la idea de otorgar importancia a las vías peatonales y disminuir la contaminación
por el centro de la Capital.
Para completar este proyecto, se realizará la entrada o la salida de los
aparcamientos a través de calles no incluidas en las de restricción de accesos y sin
perjuicio de que la Policía Municipal puedan establecer recorridos concretos en
cada caso singular de ser necesario, y todo ello sin perjuicio de la normativa
general de accesos a las APR Áreas de Prioridad Residencial. La Gran Vía podrá
ser atravesada en vehículo a motor en sentido transversal pero no se podrá
circular por ella, salvo transporte público y otras excepciones. De igual modo
se podrá acceder a las paradas de
autobús a lo largo de la vía modificada habrá espacios reservados para
las paradas, con acceso y salida a ellas para los vehículos.
Tampoco las
motocicletas y ciclomotores podrán aparcar en las aceras ni en los carriles
habilitados para peatones en toda la Gran Vía, en la Red de San Luis y en la
Plaza del Callao, tanto en zonas de acera como en los carriles de circulación
habilitados para uso peatonal. Como alternativa, serán habilitadas zonas
concretas para el estacionamiento de motos en las calles Reyes, Virgen de los
Peligros, García Molina, Barquillo, Silva y Desengaño. Se podrá circular
libremente, pero no hacia las calles interiores del perímetro viario, por Ronda
de Atocha/ Ronda de Valencia, desde Carlos V y hasta Embajadores, Ronda de
Toledo hasta Puerta de Toledo, y Gran Vía de San Francisco hasta Calle Bailen y
Plaza de España. Habrá limitaciones ordinarias del APR de Embajadores y, si las
condiciones de saturación lo aconsejan, se podrán efectuar restricciones o
cortes puntuales de todos estos viales perimetrales.
Los agentes
de Movilidad establecerán controles de acceso en Plaza de España, Plaza de
Cibeles, Plaza de la Independencia, Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno),
Glorieta del Emperador Carlos V, Glorieta Puerta de Toledo, Plaza de San
Francisco el Grande, Calle Mayor, Calle Bailén. Pudiendo acceder al área de limitación
los vehículos de residentes y titulares de plazas de aparcamiento en las calles
de la zona, los taxis, motos y ciclomotores, bicicletas, los autobuses
turísticos Madrid City Tour, las unidades móviles de producción y retransmisión
audiovisual, los turismos con conductor (VTC), aquellos que luzcan el
distintivo “cero emisiones” de la DGT, los que accedan a hoteles y porten
maletas o bultos pesados, los de transporte de detenidos, las grúas para el
remolque de vehículos, los de transporte funerario y aquellos que a criterio de
los agentes deban acceder por razones de interés general o urgencia
inaplazable. EL ACCESO PARA LA REALIZACIÓN DE CARGA Y DESCARGA DEBERÁ
HACERSE EXCLUSIVAMENTE ENTRE LAS 23:00 Y LAS 11:00 HORAS.
El
cierre de la calle Montera y la Puerta del Sol impulsado por Alberto Ruiz
Gallardón también suscitó las quejas de los comerciantes. Diferente fue el caso
de la calle Fuencarral, que Gallardón planteó en 2008 tras finalizar las obras
de los espacios anteriormente mencionados. Entonces, teniendo en cuenta la
experiencia de Preciados y Montera, los comerciantes recibieron con optimismo
este cierre de la vía al tráfico.
No
cabe duda que, para realizar este proyecto evitando la mayor parte de los
problemas derivados del mismo, habría que habilitar medios disuasorios
necesarios previos a la entrada a la ciudad, habilitando plazas de
aparcamientos y medios eficaces de trasporte colectivo hacia la zona
Al que guste de las hemerotecas un artículo publicado en el diario ABC en noviembre de 1969, ahora beligerante con la medida y dentro de una sección de comentarios breves titulada Mentidero de la Villa, comentaba: "Si se suprimieran los automóviles, al menos en determinadas horas, se convertiría en un agradable paseo urbano, con absoluta tranquilidad para andar a pie aquí se ha intentado, pero son los comerciales los que se oponen, no sé si con suficiente razón. Ellos sabrán".
ResponderEliminarEn 1970, se prestaba gran atención a un experimento similar aplicado en las calles de Manhattan y recibido "con entusiasmo", preguntándose en el texto: ¿No se podría intentar en nuestras congestionadas avenidas y calles de Madrid y Barcelona?"."
EliminarEn 1978, el diario ABC relataba que estos cortes no habían afectado negativamente al comerico de la zona y que los comerciantes de Preciados y calle del Carmen estaban "ya satisfechos" con la medida. La primera experiencia de corte de tráfico en el eje de Preciados y supuso un definitivo éxito, después de una etapa difícil de encuestas, opiniones y resistencias. Como siempre, la práctica vino a imponer toda la razón de esta necesidad de nuestro tiempo. Ni siquiera el comercio se resintió, a la larga. La atracción comercial, después de un tiempo de desconcierto natural, recobró su mejor punto y, acaso, el único inconveniente que pueda ponerse a esa zona se derive de la escasa vigilancia municipal que ha permitido la proliferación de ventas callejeras".
Su argumento principal es contar que, aunque los comerciantes protestaban cuando se peatonalizó Preciados en décadas anteriores, es en la actualidad la calle más comercial de España. De hecho, es el único eje comercial de Madrid sin locales libres, según un informe de BNP Paribas.. Prolongando la búsqueda en hemeroteca encontramos que el diario EL PAÍS publicaba un artículo titulado "La ciudad, de los peatones" en uno de sus primeros meses de vida, en 1976. Se hablaba del conflicto y explicaba que cada vez se convertían más calles del centro de Madrid en peatonales. Definía esta medida como "una defensa del conjunto histórico, artístico y comercial" que era consecuencia "de una serie de peticiones, calladas unas y airadas otras, ante una circulación al borde del colapso".
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