Precisamente ahora, cuando el colectivo político pasa por unos de los momentos de mayor desprestigio para la opinión pública
Sobran, malos políticos y faltan buenos sanitarios. Tengo en mi mente, como todos los días a las 8 de la tarde durante el confinamiento en casa por el coronavirus, salíamos a los balcones para aplaudir a los servicios sanitarios por su labor heroica. Muchos sanitarios sufrieron la enfermedad y varios perdieron la vida. Ahora los residentes reivindican mejor salario y tratamiento. Por esa razón alre dedor de 4.600 médicos internos residentes (MIR) de la Comunidad de Madrid están llamados a la huelga indefinida ante la negativa de la Consejería de Sanidad a negociar un c onvenio. La huelga sanitaria es un fenómeno, que alcanza proporciones apreciables sólo finalizando el siglo pasado. Sólo entonces se reunieron las necesarias condiciones políticas (reconocimiento por las sociedades democráticas del derecho de huelga, desarrollo de los sindicatos profesionales) y las circunstancias socio laborales (amplia implantación de la Medicina asalariada: médicos internos y residentes, médic