Rompe esquemas desde planteamientos de izquierda.
El
nacionalismo pone a la nación como el único referente de identidad, dentro de
una colectividad política. La historia también usa el nacionalismo como el
espacio de formación de las naciones y el surgimiento de la ideología y
movimientos conservadores nacionalistas en torno al siglo XIX, coincidiendo con
las revoluciones liberales o burguesas. Detrás en el siglo XX se produce una
renovación del nacionalismo, en el periodo de entreguerras vinculado AL
FASCISMO, y tras la Segunda Guerra afín al proceso de descolonización y al
tercermundismo, cuando surgen numerosos grupos llamados Movimiento de
LIBERACIÓN NACIONAL, de derecha o extrema derecha.
Cada cual debe
considerarse libre para opinar como considere oportuno, fundamentalmente cuando
el sentir puede argumentarse con hechos basados en la historia y en la razón de
los pueblos.
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| He tomado prestada este dibujo de Ricardo |
Ahora,
en el siglo XXI aparece en Cataluña un movimiento nacionalista que rompe todos
los esquemas del planteamiento histórico. En Cataluña, se dice nacionalista lo
mismo un conservador y otro que dice sentirse de muy de izquierdas. Se
esfuerzan en crear o sustentar una nación basada en varias nociones de
legitimación política. Muchas ideologías nacionalistas derivan su proceso de la
teoría romántica de la "identidad cultural", mientras que otros se
fundan en el argumento liberal de que la legitimidad política deriva del
consenso de la población, de una región.
Desde
luego parece una verdadera aberración entender una “filosofía” nacionalista
dentro de un mundo globalizado, más aún un nacionalismo basado en el
pensamiento de izquierda nacionalista. Si nos guiamos de la historia reciente,
los primeros precedentes del nacionalismo comienzan a aparecer en el siglo
XVIII, pues hasta ese momento, la idea de nación, tal y como se concibe en la
actualidad, no se había formulado. Hasta ese momento, las identidades
colectivas basadas en la religión o en ser súbditos de un mismo rey,
prevalecían sobre las étnicas. En la Revolución francesa se utilizará el
término nación como sinónimo de ciudadano, es decir, la nación ya no está
personificada en la figura del monarca, pues la nobleza es un cuerpo ajeno a la
nación.
Los
“no nacionalistas”, suelen ser personas inteligentes que familiarmente conocen
y valoran su ciudadanía nacional, aunque prefieran disfrutar de sus cívicas
ventajas, sin hacer pedagogía. Algunos, nos dicen que naciones, banderas y
arranques patrióticos han traído sangre y dolor, lo cual es indiscutible desde
cualquier punto de vista. Un nacionalista nos anima a ser la peor versión de
nosotros mismos. Es muy aconsejable apreciar el Estado de derecho y los
símbolos nacionales que lo acompañan porque es el respaldo de la ciudadanía que
nos permite la libertad dentro de la igualdad, o sea, “ser diferentes sin
temor”
Pero
lo que pretende sobre todo evitar la polémica y que les tomen por gente de
derechas, defensores de “lo establecido”. Para no parecer de derechas es
obligatorio, siempre estar contra el Gobierno. Por eso nunca olvidarán, si
arriesgan alguna crítica al separatismo
